La producción agrícola mundial necesita crecer un 60 por ciento antes de 2050 para cubrir las necesidades de una población más numerosa, más urbana y más rica, señaló ayer un informe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), que cuenta con el “gran granero” de América del Sur para conseguirlo.
Este crecimiento implica producir 1.000 millones de toneladas de cereales y 200 millones de toneladas de carne más por año con respecto a los niveles de 2007, según el informe de perspectivas agrícolas de la FAO y la Ocde, difundido en Roma.
En las últimas décadas, el crecimiento de la producción agrícola mundial superó el 2 por ciento anual pero, según las proyecciones del informe, se limitará en el futuro al 1,7 por ciento por año. A pesar de esta ralentización, el incremento de la producción será superior al crecimiento demográfico, de manera que la producción por habitante seguirá aumentando 0,7 por ciento por año.
Para José Graziano da Silva, director general de la FAO, la buena noticia en América latina es que, “especialmente América del Sur, se está convirtiendo en un gran granero” del mundo. “La productividad está creciendo también” en la región, comentó.
Pero estos cálculos no tienen en cuenta el crecimiento en el sector de biocarburantes, en el que los expertos prevén que se duplique la producción mundial de bioetanol y de biodiésel antes de 2021, concentrada principalmente en Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea, lo que implica el uso de más tierras que no se podrán utilizar para producir alimentos.
La FAO y la Ocde también advierten que el aumento de la producción agrícola de los últimos años, facilitado por el incremento de tierras cultivadas y por el uso de abonos, no podrá mantener el mismo ritmo en el futuro.
“Un 25 por ciento de todas las tierras agrícolas están degradadas”, según el informe, que subraya la necesidad de “mejorar el uso sostenible de los recursos disponibles, como el suelo, el agua, los ecosistemas marinos, los bancos de peces, los bosques y la biodiversidad”.