Las economías más importantes del mundo (G-20) hicieron hoy un llamamiento para evitar una «guerra» de divisas al terminar la reunión de dos días de ministros de Economía y directores de los bancos centrales en Corea del Sur donde participa el titular de la cartera de Hacienda, Amado Boudou.
En la declaración final de la cita, una reunión preparatoria para la cumbre que el grupo celebrará en noviembre también en Corea del Sur -y donde asistirá la presidenta Cristina Fernández de Kirchner-, se afirma que el G20 avanzará hacia una sistema bancario que esté definido considerablemente por las fuerzas del mercado y en el que no se produzcan devaluaciones de divisas para ganar competitividad.
Se agrega además que las economías más avanzadas vigilarán «los excesos de volatilidad y flujos de capital desordenados» que se dan en algunas naciones emergentes.
Los participantes en la reunión coincidieron en que el estado de la recuperación económica global sigue siendo frágil, dos años después de que la crisis alcanzara su momento álgido.
Por otro lado, los ministros del G20 llegaron hoy a un acuerdo histórico para una reforma profunda del reparto del poder en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que contempla que economías como China e India tengan en el futuro más peso en la institución financiera global.