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El gato se come al león por negocios y blindaje judicial: Macri le copa a Milei su eventual gabinete

Bullrich, Dietrich, Garavano, Iguacel, Caputo, Sandleris, Sturzenegger y sigue la lista de imposiciones que desdibujan el perfil anticasta del libertario, quien tuvo que insistir en que el apoyo del ex presidente es "incondicional". El toma y daca de un altruismo poco creíble

«No me pidió nada«, repitió el candidato presidencial Javier Milei durante la accidentada entrevista de A24 en referencia al ex presidente Mauricio Macri. Antes, la fallida postulante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, leyó en su apurado anuncio de apoyo a la fórmula de La Libertad Avanza que se trató de una «decisión incondicional«. La movida, cuya arquitectura es obra del ingeniero, desató un vendaval en la coalición del PRO y la UCR, pero también entre las filas del propio libertario. Es que altruismo del respaldo, poco creíble en política, se desmorona a medida que se filtran pormenores del pacto imaginado hace tiempo pero sellado durante la noche del martes en la casa del ex mandatario: por los testimonios ya conocidos, el «león» pagó muy caro lo ofrecido en la residencia de Acassuso.

Por lo que comenzaron a dejar trascender allegados al pacto, Milei no pudo resistir las imposiciones de Macri. Apenas consiguió que se cubrieran las formas para que no quedara expuesta su esencia de «toma y daca»: aporte a la fiscalización de la segunda vuelta, clave tras el retiro del gastronómico Luis Barrionuevo, un incierto arrastre de votos que, por los pronunciamientos conocidos, apenas contempla en cuanto a la dirigencia a parte del PRO, y financiamiento más asesoramiento para lo que queda de la campaña. La promesa en ese punto fue cifrada en 15 millones de dólares, pero circularon versiones de que sería mucho menos y que esa constatación explica en parte el estado desencajado que el libertario mostró en la nota con su habitual contertulio periodístico Esteban Trebucq.

El portal LPO condensó los trascendidos sobre la contraparte: las exigencias del ex presidente, protagonista principal y artífice del acercamiento que comenzó a trabajar apenas terminadas las PASO y desató el enojo poco contenido de Bullrich por el doble juego. Las coincidencias entre las filtraciones de los detalles dibujan el mapa que se detalla en adelante.

Una de las condiciones de Macri, según esa reconstrucción, es que Germán Garavano encabece el Ministerio de Justicia. Milei tenía en mente al abogado mediático Mariano Cúneo Libarona, pero el ex mandatario tendría con su operador en la cartera un blindaje judicial ante las numerosas causas en su contra que, gracias a su sintonía con los Tribunales de Comodoro Py, permanecen frizadas.

Otra de las exigencias es que Seguridad quede para la derrotada Bullrich. Es una cartera que estaba cantado ocuparía la segunda de la fórmula libertaria, la hija, sobrina y nieta de militares, además de negacionista del terrorismo de Estado, Victoria Villarruel.

Macri también exigió que el equipo económico del libertario, si accede a la Casa Rosada, incluya a Luis «Toto» Caputo, Guido Sandleris y Federico Sturzenegger. Son los tres que durante la gestión de Cambiemos estuvieron al frente del Banco Central que Milei quiere detonar. Ahí hay otro riesgo para el otrora león en el balance del pacto: junto a su proclama «anti casta», voltear otro de los puntales de una imagen disruptiva hasta las fronteras democráticas con las que acumuló capital político. Es que para comandar el desguace del Central en el equipo libertario asomaba el economista Emilio Ocampo, el descendiente de familias patricias que es principal fogonero de la dolarización impugnada, entre muchos otros, por Sandleris.

La lista sigue con la presidencia de la petrolera estatal YPF, que según Milei hay que «devover al mercado» lo mismo que las otras empresas públicas. El nombre puesto por Macri es Javier Iguacel, su ex titular de Vialidad y ex ministro de Energía, actualmente intendente de la ciudad bonaerense de Capitán Sarmiento.

El precio del apoyo incluye el manejo del área de transporte en cabeza de Guillermo Dietrich, ministro de la cartera durante lagestión de Cambiemos y con varias causas judiciales abiertas por las tramas público-privadas que Milei jura que desarmará eliminando «la obra pública».

Dietrich gestionó el controvertido soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, con participación de la firma la brasileña Odebrecht, involucrada en el escándalo de Petrobras y acusada de coimas para ganar licitaciones en toda Latinoamérica, y con Iecsa, empresa de uno de los primos de Macri, Angelo Calcaterra. En 2019 se publicó información sobre el desvío de entonces 50 millones de pesos del presupuesto de la Agencia de Seguridad Vial para que automóviles de esa dependencia escoltaran el traslado de turbinas y aerogeneradores de las empresas Román y Coamtra, bajo sospechas de estar vinculadas a familiares y amigos de Macri. Y la lista sigue con objetadas ventas de terrenos ferroviarios y cierre de numerosos ramales.

Chispas por los prebendarios del Estado

El esquema del pacto está lleno de peligros para la imagen de LLA, pero también conflictos por los negocios de los vilipendiados «tributarios del Estado». A lo que se resiste Milei, según el mismo repaso de filtraciones, es a entregar el manejo de la empresa estatal satelital Arsat y el área de Comunicaciones. El libertario, trascendió, tiene un acuerdo con el mexicano Carlos Slim, el magnate más rico de América Latina dueño de Claro que apunta a quedarse con una tajada importante de los negocios que abre el 5G con la internet de las cosas. En ese sector, la alianza de Macri es con el Grupo Clarín, aunque la trama es compleja y los vínculos político-empresarios son transversales a todas las fuerzas.

 

A maquillar el pacto

Milei, tras el malestar al interior de su espacio, en algunos casos por lo bajo y en otros, como la deserción de tres de los cinco diputados nacionales electos por Entre Ríos – Liliana Salinas, Carlos Damasco y Julia Calleros–, salió este sábado a negar un pacto con «la casta» y repetir que el respaldo de Macri para el balotaje «es incondicional, no un acuerdo» político.

«No es un acuerdo: no tiene la lógica de la política tradicional. Es un apoyo incondicional, no un acuerdo», sostuvo el libertario en ronda de declaraciones radiales. «La gente eligió una opción de cambio, que es la de La Libertad Avanza» y Macri y Bullrich decidieron «acompañar de modo incondicional a la expresión de cambio que entró al balotaje», intentó contrarrestar la dilución de su márketing disruptivo.

«Tenemos coincidencias en un 90% y en algunas cosas tenemos diferencias. Yo considero que el Banco Central ha sido una institución nefasta que sólo le ha causado daño a la Argentina», abundó al respecto. Y volvió a insistir en que la dolarización que propone y nadie considera viable es un eje «innegociable».

 

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