El Hincha

Clásico Rosarino

El Gigante fue una fiesta: Central lo dio vuelta y le ganó a Newell’s el primer clásico femenino de la historia

Milagros Rivas abrió la cuenta para la Lepra, que se puso en ventaja rápido. Lourdes Palavecino lo empató y Daiana Gómez puso el 2-1 final. El choque, que reconoce antecedentes por la Rosarina, fue el partido inaugural entre ambos equipos en el certamen de la Asociación del Fútbol Argentino


Fotos: Juan José García

El Gigante de Arroyito fue una fiesta y Central le ganó a Newell’s 2-1 el primer clásico rosarino de la historia de los equipos compitiendo en la máxima categoría de AFA.

Al minuto de juego, y como un aviso de lo que iba a suceder en el partido, el choque empezó con un avance del local, con un buen intento de Paula Salguero que por derecha mandó el centro pasado, pero quedó largo.

Segundos después de la jugada de la delantera del Canalla llegó el primer grito del partido. Milagros Rivas, por el sector izquierdo, disparó un remate inatajable para Vanina Correa: la pelota se metió en el ángulo del palo izquierdo de la ex arquera de la Selección.

Mientras la pelota tocaba la red y la Lepra festejaba, en la puerta de ingreso al estadio seguía habiendo gente queriendo entrar.

Desde la organización indicaron que se vendieron 2.600 entradas. Sin embargo, a los 15 minutos del primer tiempo ingresó un grupo multitudinario de hinchas. Se estima que el Gigante fue récord y más de 3.500 personas coparon la platea del Río.

En el campo de juego y con el Rojinegro en ventaja, Central lo salió a buscar. Con Salguero cambiando las bandas y haciendo el trabajo de bajar a buscar la pelota, con Lourdes Palavecino erigiéndose como una de las mejores de la cancha y con buenos ataques de Belén Días y Martina Clerc. Así llegó la igualdad.

A los 16, Clerc asistió a Días, que mandó el centro pasado y la ex jugadora de Sarmiento de Junín, que llegó en el último mercado de pases, ganó en la marca y alcanzó a empujarla.

Con el empate, la historia se emparejó. Por el lado de la Lepra, Stefanía Orrego tiro un córner y la pelota pegó en el travesaño: Pilar Sabransky lo tuvo de cabeza y se fue por arriba; por el Canalla, Guadalupe Albornoz cabeceó sola y se fue apenas por arriba del arco de Macías.

En el complemento y con el partido con menos acción, Damián Ledesma decidió mover el banco y sacar a Sol Tarditti para que ingresara Virginia Coronel, en el fondo; y pensando en buscar el partido sacó a Lourdes Martínez para que entrara Daiana Gómez, y a Guadalupe Albornoz para darle juego a Juana Cárdenas.

En espejo, Miguel Fullana mandó al once rojinegro a Antonela Caviglioli y sacó a Camila Mansilla. La más clara de la segunda parte llegó justamente por parte de la ex Argentino, que recibió sola, avanzó y remató al arco, pero se encontró con la seguridad de Correa, que contuvo sin problemas.

Pero fue Central el que aprovechó los cambios y Daiana Gómez, con la pegada que la caracteriza, a los 42 minutos del complemento puso en ventaja al Canalla e hizo estallar a los hinchas.

Stefanía Orrego, casi dos horas antes, había movido la pelota en el círculo central para dar inicio a un partido plagado de emociones. El Gigante de Arroyito fue testigo y Central y Newell’s protagonizaron el primer Clásico rosarino en la historia del fútbol femenino en un certamen de AFA. Lo ganó Central y lo festejó el pueblo auriazul.

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