Tras conocerse que tres ex funcionarios se harán cargo de las defensas de varios de los imputados por millonario fraude inmobiliario, el gobernador Miguel Lifschitz salió a tomar distancia rápidamente del hecho y también de sus antecesores.
Lo primero que dijo fue que la decisión de los ex ministros Juan Lewis, Héctor Superti y Daniel Cuenca era “lamentable”. Y agregó: «No comparto la decisión tomada por estos ex ministros en asumir la defensa de personas imputadas por la Justicia en casos de presunto lavado y defraudación».
“Desde el punto de vista de la ética política, tenemos que estar de un lado o del otro en lo que es la lucha contra el narcotráfico, el lavado y la corrupción en todos sus niveles”, remarcó Lifschitz.
“Yo estoy tranquilo con mis equipos, cuál es nuestra actitud ante los problemas. No tenemos temor en enfrentar todos los hechos que haya que enfrentar en materia de narcotráfico, corrupción y lavado”, sostuvo. “Ninguna de estas personas son funcionarios ni asesores de nuestro gobierno”, arremetió, separándose de esta manera de sus antecesores, Antonio Bonfatti y Hermes Binner, ya que los tres ex ministros (Superti y Cuenca en la gestión de Binner y Lewis en la de Bonfatti) fueron funcionarios de ambos.