El Ministerio de Economía última los detalles para aplicar, a partir del primer de septiembre, la prometida reducción del Impuesto País, que actualmente está en el 17,5% y que tendría que pasar al 7,5%,un gravamen que le ha permitido compensar la caída de ingresos tributarios por el menor nivel de actividad económica.
Como ejemplo de la importancia que tiene este impuesto, que fue creado al comienzo del gobierno de Alberto Fernández, habrá que señalar que entre enero y julio el Impuesto País, acumuló 4,2 billones de pesos, casi tanto como el de los Débitos y Créditos Bancarios, que marca el nivel de la economía “en blanco”, y que sumó 4,6 billones.
Según fuentes oficiales, la rebaja implicará una caída del 40% en la recaudación del impuesto,, sin embargo, desde el ministerio de Economía esperan que esta rebaja se compense con un mayor de importaciones, que en el año retroceden 26% interanual.
La rebaja del impuesto implicará un abaratamiento del dólar comercial al que acceden los importadores, que pasará de los $1.116 actuales a unos $1.004.
Sin embargo, desde el Palacio de Hacienda no esperan una avalancha de operaciones, debido al stock acumulado de bienes importados y la caída de la demanda por la recesión que se refleja en la caída del 26% de las importaciones.
Ahora, el ministro de Economía, Luis Caputo, y su gabinete analiza en detalle si esta rebaja también se aplicará a la compra de paquetes turísticos, en momentos en que la balanza del sector comienza a dar señales negativas.
Según informó el lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) durante julio, plena “temporada alta” en el turismo invernal, ingresaron al país 959.0000 visitantes, pero las salidas al exterior alcanzaron a 1.190.400 de residentes, por lo que el sector turístico dejó un saldo negativo de 231.400 viajantes.
Esto fue producto de un país que se encareció en dólares, a la par de que comenzaron los “tours de compra” hacia Chile y Paraguay, o turismo, en el caso de Brasil.
También, Caputo analiza si la rebaja también se aplicará a la compra mensual e los US$ 200 de “Dólar ahorro” .
Más allá de los factores internos, la medida es una clara señal hacia las negociaciones que el gobierno quiere emprender con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de las tensiones que genera con el organismo la continuidad del cepo cambiario.
En junio, cuando el organismo desembolsó unos US$ 800 millones, insistió en un tipo de cambio «más flexible» (en lugar de las subas del 2% mensual), ratificó el compromiso de eliminar el dólar exportador o «blend» a fines de junio y la eliminación del impuesto PAIS antes de fin de año.