La Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) rechazó la propuesta del Gobierno y lanzó un plan de lucha que ya incluyó tres paros, pero luego se sentó a la mesa de negociaciones y no realizó medidas de protesta esta semana y no lo hará tampoco la próxima.
Ese acercamiento no implica, sin embargo, un acuerdo inminente, pues el Gobierno ya acordó con los docentes de escuelas privadas y con los gremios de la administración central, por lo que mejorar la oferta a los maestros de escuelas públicas obligaría a revisar la política salarial de todos los agentes del Estado.
En cuanto a la Amsafé, anunció a través de su secretaria general, Sonia Alesso, que esperará hasta el lunes por una oferta para someterla a la consideración de sus afiliados y pidió que no haya una «actitud hostil» hacia los maestros, en referencia a la amenaza de descuentos de los días de paro.
En la reunión de ayer, el ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, dijo que la aspiración del Gobierno es que «a partir de octubre todos los docentes puedan percibir el aumento salarial», lo cual tiene como condición la aceptación de la oferta.
Su par de Educación, Adriana Cantero, «expresó la «voluntad de resolver este conflicto» y señaló que «como esto es un diálogo, requerimos esfuerzos de ambos sectores para producir esa aproximación».