País

Sólo ladridos en el country

El gobierno dice que intentaron entrar a la casa de Pettovello, pero la Justicia no encontró nada

El presunto acto "intimidatorio" contra la titular de Capital Humano no existió. Así lo ratificaron informan Fiscalía y Policía provincial que recorrieron el predio con el dueño del country, tío de la funcionaria y ex integrante de la cartera que renunció en marzo. Sospechan guerra de servicios


Al cabo de varios peritajes, la Justicia descartó este martes el supuesto intento de robo o ingreso a la casa que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, habita en un barrio privado de la ciudad bonaerense de Moreno y que el gobierno calificó como un intento de amedrentar a la funcionaria jaqueada por denuncias de irregularidades en contratos, retención de alimentos y fuga masiva de personal político de su área.

El supuesto intento de irrupción en la vivienda de Pettovello en la madrugada de este lunes, en el country que pertenece a su familia política, se circunscribió al ladrido de los perros de una vecina, que pidió la presencia policial por eso, según comunicados oficiales de Policía y Justicia, lo que circunscribe el hecho a uno más de la saga atribuida a internas no sólo dentro del gobierno sino al interior de los servicios de inteligencia.

La Fiscalía 1 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, que comanda Leandro Ventricelli, informó que efectivamente hubo un llamado al 911 de una vecina que dijo estar alarmada por los insistentes ladridos de sus mascotas. El propietario del barrio y tío de la ministra, Marcelo Rubén Basilotta, ex funcionario de Capital Humano que renunció en marzo pasado tras revelarse el parentesco y rumores de irregularidades, señaló a la policía que el lugar tiene un cerco eléctrico perimetral –vinculado a una empresa de seguridad– que no se activó.

“Se realizó una recorrida por cada una de las viviendas allí emplazadas, no constatando ningún tipo de daño y/o faltantes en ellas, y se mantuvo comunicación con personal encargado de la seguridad de la Sra. Pettovello, ratificando esta situación”, señala el texto de la Fiscalía en contradicción con la interpretación del oficialismo.

“Se inspeccionó el cerco perimetral de todo el complejo, constatando que, en un sector, dos alambres -no del sistema electrificado- se encontraban cortados”, por lo que se dio intervención a la justicia “a los fines de corroborar la temporalidad de dicho corte y la posible comisión de un delito contra la propiedad, arrojando por el momento, resultado negativo”. Es decir: nada.

Lo mismo señala el parte de la Policía Bonaerense. “Personal uniformado realiza un rastrillaje, junto al dueño (Basilotta), no hallando anomalías visibles ni daños ni faltantes. Se mantuvo comunicación con la ministra quien al regresar refiere no haber sufrido ilícito alguno. Basillota dijo no haber hecho el llamado al 911”.

 

Adorni, más allá de los datos

Luego de conocerse el informe de Fiscalía, el portavoz presidencial Manuel Adorni insistió en su habitual conferencia de prensa con la teoría de un intento de intimidación a Pettovello, que remitió a los casos de presunta corrupción que habría descubierto la funcionaria del mega ministerio. De nuevo, contra las pruebas: la Justicia Federal ya desestimó dos presentaciones de la ministra sobre supuestas irregularidades en el área encargada de distribuir medicamentos oncológicos, Dadse (Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales), y en el Programa de Primera Infancia.

“Rompieron parte de su alambrado, trataron de ingresar”, repitió Adorni sin acuso de recibo de los peritajes ordenados por la Justicia. “La ministra entiende que el objetivo no era ingresar en la vivienda ni robarle, simplemente entiende que fue la consecuencia de un amedrentamiento, de intentar asustarla en pos del destape de corrupción”, siguió el vocero con el relato.

También el presidente Javier Milei aprovechó para victimizar a su desbordada ministra, mediante el reposteo de una publicación de una de las cuentas oficialistas en X.

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