Por Emiliano Rodríguez / Noticias Argentinas
Con el regreso al país del presidente Javier Milei, tras haber completado su noveno viaje al exterior en menos de siete meses de gestión, el Gobierno se prepara para coronar finalmente la próxima semana un laborioso y harto prolongado proceso de «rosca» parlamentaria con la sanción de la Ley de Bases dos y el paquete fiscal.
Ambos proyectos, considerados cruciales por la administración libertaria para torcer el rumbo de una Argentina en crisis y empezar a alumbrar un camino de prosperidad para el país, obtendrán probablemente dictamen de comisión el martes que viene y se espera que 48 horas más tarde, el jueves 27 de junio, se traten en el recinto de la cámara de Diputados.
Después de que aquel primer mamotreto de Ley Ómnibus mordiera el polvo en febrero pasado, en la Casa Rosada confían en que esta segunda propuesta legislativa -más acotada que la anterior- sea sancionada por el Congreso, conjuntamente con el paquete fiscal, tras largas semanas de debate parlamentario y de negociaciones entre el Gobierno y sectores de la oposición.
A los textos aprobados hacia fines de abril pasado en la Cámara baja se les introdujeron modificaciones en el Senado, por lo que ahora (la semana que viene) Diputados deberá resolver si aprueba esos retoques o les baja el pulgar y reafirma la versión original. En este sentido, funcionarios de la gestión libertaria insistieron en los últimos días en la importancia -para Balcarce 50- de que se repongan los apartados sobre el Impuesto a las Ganancias, Bienes Personales y también, de ser posible, mantener completo el listado de empresas estatales que podrían pasar a manos privadas, entre ellas, Aerolíneas Argentinas.
El Gobierno espera que la oposición dialoguista aporte los votos necesarios para avanzar en tal sentido. De todos modos, si bien es probable que Diputados logre retrotraer algunos de los cambios efectuados por el Senado en el paquete de Medidas Fiscales, a priori el capítulo sobre Privatizaciones supone para el oficialismo un camino más pedregoso. Es decir, no es tan seguro que pueda reintroducir en la nómina inicial a la aerolínea de bandera, junto con el Correo Argentino y los medios públicos de Radio y Televisión Argentina (RTA).
Los «halcones» de la UCR quieren privatizar Aerolíneas
Por el lado del PRO, se estima que sus legisladores otorgarán luz verde a las pretensiones de la Casa Rosada: «Nosotros en abril pasado votamos esto a conciencia y vamos a insistir ahora en la importancia de sostener la redacción original», dijo a Noticias Argentinas una diputada de ese espacio. Una postura similar adoptaría el radicalismo, a juzgar por recientes comentarios del jefe de esa bancada, Rodrigo De Loredo. Es «inconcebible que una empresa aérea que tiene un déficit diario de 1.400.000 dólares sea sustentado por los sectores más humildes para que viajen los más pudientes con tarifas subsidiadas», planteó el cordobés en redes sociales, al defender su postura en favor de la privatización de Aerolíneas Argentinas.
De todos modos, otros referentes de la Unión Cívica Radical (UCR) en el Congreso plantean que debería ser el oficialismo el que se encargue y se esfuerce por «salir a buscar los votos» que necesita, en referencia a la decisión del «halcón» De Loredo de ofrecer públicamente el respaldo del bloque, sobre todo después de que Milei tildara a los diputados de ese partido de «degenerados fiscales» por su apoyo a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria aprobada semanas atrás en la Cámara baja.
Por otra parte, también se espera que la Coalición Cívica, en general, acompañe los pedidos del Gobierno, aunque con un signo de interrogación con respecto al Blanqueo de Capitales. En tanto, en Hacemos Coalición Federal (HCF), el futuro de la compañía aérea de bandera genera por estas horas algo más de discusión interna, al igual que la posibilidad de mantener vigente al Monotributo Social. En ese espacio, comandado por Miguel Pichetto, entienden que se deberían respetar los acuerdos alcanzados por el Senado, para mantener de esa manera un vínculo institucional saludable entre ambas cámaras.
Fuentes de HCF dijeron a esta agencia que, después de tantísimas jornadas de deliberaciones y de «rosca» política intensa, existe un sentimiento de «hartazgo» en el ámbito parlamentario en torno de la Ley de Bases y del paquete fiscal. «Que salgan de una vez y que Milei empiece a gobernar sin recurrir permanentemente a la excusa de que tiene las manos atadas para hacer frente a la herencia recibida (de la gestión anterior)», expresaron. No obstante, en ese espacio están preocupados por la «calidad del ajuste» que el Gobierno lleva adelante y que incluso planea intensificar, en especial si lo terminan pagando los eslabones más débiles de la cadena social, como por ejemplo los jubilados. Algo que está ocurriendo, por cierto.
La oposición dialoguista en general considera que debe acompañar ambas propuestas del Gobierno para otorgarle al Presidente las herramientas que tanto reclama y al mismo tiempo dejarlo sin pretextos fáciles al alcance de la mano cuando procura responsabilizar a terceros por las falencias de su gestión: sin ir más lejos, se espera que la inflación de junio dé un salto con respecto a la baja registradas en meses anteriores y que el forzado superávit de las cuentas públicas empiece a diluirse en el segundo semestre del año.
¿Se suma o no se suma Sturzenegger al Gabinete?
Tras su regreso al país, Milei, que viajó más veces al exterior que al interior de la Argentina desde que asumió como jefe de Estado el 10 de diciembre pasado, aguardará la sanción definitiva de sus buques insignias en el Congreso para confirmar probablemente que el postergado «Pacto de Mayo» se rubricará el próximo 9 de julio, el Día de la Independencia, en San Miguel de Tucumán, como anticipó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos (hombre clave en gran parte del proceso de negociaciones parlamentarias, al igual que su número dos, José Rolandi).
El Presidente, además, debería terminar de resolver la designación del economista Federico Sturzenegger como ministro, mientras continúan generándose suspicacias en torno de la relación que podrían llegar a mantener -en ese caso- con el titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo. Así como en el ámbito político existen quienes creen que ambos podrían convivir perfectamente en un mismo Gabinete, otros consideran que el riesgo de que terminen colisionando es alto y si ello ocurriera, sería perjudicial para la gestión de Milei, lógicamente.
Mientras tanto, Caputo, que en junio de 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri reemplazó a Sturzenegger como presidente del Banco Central después de que el dólar pegara un salto a… ¡28,43 pesos! (hoy el «blue» ya superó la barrera de los $1.300 en la city porteña), tuvo que salir a negar por tercera en poco más de 10 días que el Gobierno vaya a devaluar, en medio de supuestas presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en tal sentido. Aseguró, además, que el denominado «dólar blend» para exportadores continuará en los porcentajes actuales.
Finalmente, en medio de una semana atípica, con apenas dos jornadas hábiles y tres días feriados, la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa «Lilita» Carrió, de 67 años, manifestó su intención de postularse para senadora en las elecciones legislativas del año que viene, lo que probablemente haya encendido luces de alarma en filas del PRO en la ciudad de Buenos Aires, donde la gestión de Jorge Macri como alcalde porteño no termina aún de carretear (mucho menos despegar).
Carrió compitiendo en territorio capitalino obviamente significaría una amenaza para el partido amarillo, del que se espera que comience a tomar distancia del Gobierno, más allá de expresar coincidencias respecto al rumbo dispuesto por Balcarce 50, en busca robustecer así sus probabilidades de supervivencia como fuerza política: está claro que si Milei alcanza el tan mentado repunte económico de la Argentina en los próximos meses, el PRO corre serio riesgo de ver deglutido su capital político -o la mayoría de él- por La Libertad Avanza. Y ninguno mejor que Macri (Mauricio) lo sabe.