Los ministros de Economía, Hernán Lorenzino, y de Industria, Débora Giorgi, le garantizaron ayer al presidente de la Federación de Industriales de San Pablo (Fiesp), Paulo Skaf, que las medidas que rigen en el país para las importaciones “no perjudicarán el comercio bilateral”. Así lo aseguró Skaf al término de la reunión en el Palacio de Hacienda, en la que también participaron los secretarios de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri. El nuevo monitoreo de las importaciones comenzó a regir anteayer con la puesta en marcha del sistema denominado ventanilla única y la obligatoriedad de presentar declaraciones juradas anticipadas de importación para quienes intenten ingresar bienes al país.
“La reunión fue muy positiva en la búsqueda de un entendimiento cada vez mayor entre los dos países, en donde no se reduzcan las ventas brasileñas a la Argentina y se aumenten las ventas argentinas a Brasil”, sostuvo Skaf, y agregó: “Hay que esperar unos días” para ver cómo evoluciona el sistema de control de importaciones aplicado en la Argentina.
Skaf, que encabeza la central industrial más poderosa de Brasil, señaló que la Argentina y Brasil deben mejorar su relación bilateral a través de “más Mercosur” e incluso trabajar juntos para colocar sus productos “en terceros países” extra zona. El dirigente fabril señaló que se conversó también sobre las “amenazas” para los países de la región “que representan las importaciones chinas”.
“En la reunión se trató la necesidad de que el comercio entre los dos países aumente y que se busquen más equilibrios”, indicó Skaf, quien mencionó que “hay sectores en los que la Argentina tiene disponibilidad de atender a Brasil, como el sector naval, en donde se va a buscar una mayor apertura” de parte de su país.
Consultado acerca del nuevo régimen de control de importaciones aplicado por Argentina, el titular de la Fiesp señaló: “Vamos a aguardar unos días para ver la evolución. Tuvimos una reunión de dos horas y yo sentí que hay buenas intenciones de los dos lados, por lo que tenemos que esperar un poco” para ver los efectos del nuevo sistema en el comercio bilateral.
La reunión entre autoridades argentinas y Skaf se realizó después de que industriales e incluso funcionarios brasileños alzaran en los últimos días su voz de protesta contra el nuevo régimen de declaración jurada anticipada de importación que entró en vigencia el miércoles en la Argentina. En este contexto, fuentes oficiales dijeron que Brasil enviará el próximo lunes al país una misión encabezada por la secretaria de Comercio Exterior, Tatiana Prazeres, para analizar también con autoridades nacionales los alcances del nuevo sistema.
Antes de concurrir al Palacio de Economía, el empresario Paulo Skaf mantuvo un encuentro en la sede de la embajada de Brasil con representantes de empresas argentinas con capital brasileño, entre ellas, Praxair, Petrobras, Loma Negra, Weg, banco Itaú, banco do Brasil, Vicunha, Vale, Odebrecht, Andrade Gutiérrez y banco Patagonia. También asistieron representantes de las firmas Queiroz Galvao, OAS, GM, Sipar Gerdau, Camargo Correa, Quickfood, JBS, Cámara de Comercio Argentino-Brasileira, Marcopolo y Cervecería Quilmes.
Equilibrar la balanza
Luego de este encuentro el industrialista brasileño, como se dijo, se reunió con funcionarios argentinos. Después, Skaf y Giorgi recorrieron la planta de la autopartista Taranto en el partido de La Plata. “Hemos diseñado una agenda positiva que tiene como objetivo principal equilibrar el comercio entre ambos países, y coincidimos en que el camino para lograrlo es que Brasil nos compre más”, dijo Giorgi en un comunicado.
La ministra de Industria agregó que “durante su visita al país, Skaf se convenció, por ejemplo, de que existen un conjunto de autopartistas nacionales que están en condiciones de calidad y precio para abastecer al mercado brasileño con productos que ahora Brasil compra a otros países”.
Para Giorgi, “Argentina está en condiciones de vender productos de calidad mundial a Brasil y trabaja para obtener más acceso de modo de achicar el déficit”. El sector autopartista argentino mantiene con Brasil un déficit de 3.400 millones de dólares, al mismo tiempo que Brasil también soporta un déficit sectorial con el resto del mundo de 25 mil millones de dólares.