El gobierno provincial vinculó denuncias de torturas a presos de penales santafesinos a la política carcelaria impuesta por Maximiliano Pullaro que endureció las condiciones de encierro a través de traslados, requisas y limitación de visitas e ingreso de comida, de acuerdo al relato oficial apoyado en imágenes contundentes.
Aunque aseguró no conocer aún los pormenores de las presentaciones efectuadas por el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP) ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) por “delitos de torturas, vejaciones y hurto agravado, contra internos de los pabellones 7, 8, y 23, de la Unidad Penitenciaria Nº11 de Piñero, y del pabellón 2 de la Unidad Penitenciaria Nº16 de Pérez”, la secretaria de Asuntos Penitenciarios Lucía Masneri, las relacionó a las acciones impulsadas que, según señaló, pusieron en jaque al delito cometido intramuros.
Según manifestaron los denunciantes, durante requisas realizadas en los sectores mencionados, presos fueron objeto de vejámenes y tratos crueles y degradantes. Además, varios de ellos reportaron casos de sustracción y destrucción de elementos personales.
En estas presentaciones, el SPPDP ha solicitado la aplicación del protocolo de Estambul (conjunto de normas internacionales para documentar la tortura y sus consecuencias) y ha instado al MPA a que tome medidas de prueba urgentes como convocar a las víctimas para recabar más información, identificar al personal penitenciario involucrado, entre otras. Cabe destacar que se acompañó material y documentación respaldatoria a las denuncias presentadas.
En diálogo con De boca en boca (Radio 2), Masneri aclaró que todavía no recibieron ninguna notificación o requerimiento judicial sobre las denuncias, aunque advirtió que ese tipo de acusaciones ocurren. Sin embargo, en esta oportunidad “tienen otra raigambre que son las requisas que venimos realizando desde diciembre”, señaló sobre los controles más rigurosos que se vienen llevando a cabo en los penales santafesinos expuestos a los medios de comunicación con fotos y videos.
“Tuvieron cuatro años de home office, con privilegios y aterrorizando a la gente. Los detenidos se acostumbraron a esto y desde el Ministerio de Seguridad no estamos de acuerdo”, señaló sobre la gestión pasada, e insistió: “Fueron 4 años que tuvieron para entrar celulares, la directiva era no molestar a los internos”.
Para la funcionaria provincial, las cosas cambiaron tras las rejas y hay reacción: “Se están haciendo requisas hace 3 meses, ya no se puede pasar 20 kilos de comida en las visitas que es imposible de requisar, hay internos sin contacto, son muchas las medidas de seguridad”, sostuvo y aseguró que los hábeas corpus presentados en ese sentido fueron rechazados.
Ante la consulta sobre la convivencia entre internos y el Servicio Penitenciario, Masneri sorprendió: “Hay agresiones, los internos les tiran a los agentes agua caliente o aceite caliente y lavandina a los ojos”, dijo y lanzó: “Recientemente, tuvimos que adquirir guantes aislantes de electricidad porque desde Inteligencia se sabía que lo próximo es electrificar puertas porque son metálicas”.
La funcionaria explicó que con esto, los presos intentan no ser requisados y así lograr controlar el espacio físico. “Desde diciembre se retiran los privilegios y eso genera resistencia, son los que impedían a la gente vivir tranquila y hoy ya no tienen esa facilidad”.