El gobierno de Mauricio Macri tuvo un respiro el martes pasado con la renovación del 100% de los 617.000 millones de pesos en Lebacs que vencían y la colocación de 5.000 millones adicionales. El Ejecutivo podría haber enfrentado una megadevaluación si buena parte de ese dinero no se renovaba y los inversores se pasaban al dólar. El Banco Central utilizó como herramienta una alta tasa de interés, del 40%, para evitar una corrida capaz de tambalear las arcas de la entidad monetaria. Si bien los ministros de hacienda, Nicolás Dujovne, y de Finanzas, Luis Caputo, intentaron mostrar estas medidas como un triunfo, economistas coinciden que esto es sólo “difirió el estallido de la bomba”.
Las consecuencias inmediatas del respiro que le dio la crisis cambiaria al gobierno son un dólar que flota alrededor de los 25 pesos y una tasa de interés que espanta cualquier tipo de inversión productiva. Además, las recetas de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI) –a cambio de un crédito de 30.000 millones de dólares– quedaron golpeando las puertas de la Casa Rosada, a espera de que les abran cuando el equipo económico de Macri lo considere necesario. “El FMI no es el mismo que el de hace 20 años”, dijo Dujovne. Está claro que las referencias del funcionario no llegan desde Grecia.
Desde marzo, el Banco Central se desprendió de casi 9.000 millones de dólares para satisfacer la demanda de los inversores especulativos y así evitar que la divisa norteamericana aumente más de lo que lo hizo. Por eso, la renovación de las Lebacs que vencían el martes fue un alivio para el gobierno, que, según el economista rosarino Sergio Arelovich, “pateó la pelota para adelante”.
“El conjunto de operaciones realizadas sólo patearon la pelota para adelante. El gobierno difirió el estallido de la bomba. Este modelo va a estallar en algún momento; es insostenible”, pronosticó Arelovich.
El referente de la Fundación Pueblos del Sur, Daniel Guida, coincidió: “Cuando el modelo gira en torno a la especulación financiera, estas medidas sólo extienden la agonía. Ningún país del mundo sale delante de la mano de medidas financieras estrictamente especulativas”.
Meta inalcanzable
El Banco Central calculó una meta de inflación del 15% para todo el año, que ya es imposible de creer. El martes, el Indec dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril, que fue del 2,7%. En el primer cuatrimestre del año, el alza acumulada fue del 9,6%.
La meta del 15% fue tomada demasiado en serio por empresarios y gremios que, en su mayoría, cerraron paritarias en esa cifra. Sólo la cláusula gatillo puede lograr que los trabajadores no vean caer fuertemente su poder adquisitivo.
El economista rosarino Sergio Arelovich dijo que “todo marcha rumbo a una inflación superior al 25%”, ya que “hay un dólar a 25 pesos que ya se está empezando a trasladar masivamente a los precios”. Por eso cree que “la meta del 15% era sólo para bajar la participación del salario en la actividad económica”.
Merma en la actividad
El mismo Dujovne reconoció que este año crecerá menos la actividad económica. Es que la tasa de interés del 40% para las Lebacs desincentiva la inversión productiva. “Estas maniobras nos dejaron con una elevación significativa de la tasa de interés que desvía el capital productivo al capital financiero”, analizó Arelovich.
En tanto, Guida alertó por el peligro que corre el empleo: “Las empresas que tengan la capacidad de invertir, lo harán en términos financieros, ya que tienen una tasa del 40%. La merma de la actividad económica se traducirá en despidos”.
¿Cuál es el costo de la especulación financiera?
El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda bajó a tierra el costo de la especulación financiera. En su último informe semanal, la casa de estudios bonaerense advirtió que el Banco Central pagó en los últimos dos años un promedio de 5.550 pesos por segundo en concepto de Lebacs. El monto total equivale a 146 centrales Atucha, 9.500 escuelas o 57 millones de jubilaciones mínimas.
Según el Observatorio, en 2016 los intereses de las Lebacs representaron el 1,4% del Producto Bruto Interno (PBI), mientras que en 2018 trepará al 3%.
En 2015 el volumen total de Lebacs representaba 10,8 puntos porcentuales del PBI. En 2016 trepó al 42,3%, en 2017 al 43,3% y, para 2018 la proyección indica que crecerá al 59,8%; indicaron desde la Universidad de Avellaneda.
El nuevo informe del Observatorio es determinante: “Ningún país se encuentra con el grado de vulnerabilidad que actualmente tiene Argentina”.