El ex ministro de Economía Axel Kicillof, cuestionó el acuerdo con holdouts, y manifestó al respecto que «el Gobierno está planteando aumentar en un 50% la deuda externa». También cargó contra la exposición que hizo el actual titular de la cartera, Alfonso Prat Gay, en el Congreso explicando la letra chica del pacto: «Hubo muchas dudas que no fueron contestadas».
El actual diputado por el FpV sostuvo que el acuerdo que el gobierno de Mauricio Macri selló con los fondos buitre llevará al país a un sobreendeudamiento. «Este acuerdo se parece más a una rendición, a una capitulación», dijo.
Respecto a la exposición de Prat Gay, su sucesor en el cargo, durante el plenario de las comisiones de Presupuesto y de Finanzas de la Cámara de Diputados, señaló que «hubo muchísimas dudas y preguntas de los legisladores, y muchas no fueron contestadas».
En declaraciones al matutino La Nación, Kicillof afirmó que «del lado de ellos -por los funcionarios presentes en la comisión-, vi mucho apuro, nos querían transmitir que si esto no se resuelve ya, se viene el ajuste para todos los argentinos. Como una especie de extorsión. Lo dijo el propio ministro: si el Gobierno no puede tomar deuda, va a tener que aplicar el ajuste, lo que nos pone a los diputados en una situación de no poder discutir el tema, que es muy complejo y muy importante».
«No quiero caer en provocaciones, pero lo que están planteando con esta operación es más o menos aumentar en un 50% la deuda externa argentina. Actualmente, la deuda externa con privados y con extranjeros en moneda extranjera es de más o menos 40.000 millones de dólares, solo el 8% del producto», remarcó.
Consultado acerca de la posibilidad de nuevos litigios con este acuerdo, respondió que «fue una inquietud de muchos bloques. Si les pagamos más a los fondos buitre, los -bonistas- que ya estaban solucionados y que constituyen el 93% de los deudores que negociaron de buena fe, ¿no vendrían a reclamar lo mismo? Ante esa pregunta, los funcionarios respondieron: «Y… yo creo que no». Esto es complicado porque están en juego entre 200.000 y 300.000 millones de dólares».