Luego de una semana frenética para los mercados, el Banco Central de la República Argentina analiza profundizar su estrategia para intentar poner un freno a la escalada del dólar, que finalizó agosto por encima de los 62 pesos y con un incremento acumulado de casi 38%. Entre ellos, intervenir de manera más agresiva para estabilizar la divisa norteamericana aunque eso signifique una pérdida acelerada de reservas.
Mientras el gobierno de Mauricio Macri espera el desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI), estudia diferentes maneras de alcanzar la estabilidad en la plaza cambiaria en medio de un momento de incertidumbre y nerviosismo.
En ese escenario, trascendió que el presidente Macri mantuvo una conversación telefónica con su par de los Estados Unidos, Donald Trump, para analizar las medidas anunciadas respecto de la intención de “reperfilar” la deuda con el FMI.
Al país llegarán en los próximos días la hija del mandatario norteamericano Ivanka Trump junto al vicesecretario de Estado, John Sullivan, con lo que las expectativas estarán en las eventuales declaraciones sobre la economía que puedan hacer como representantes de los Estados Unidos.
Mientras tanto, la autoridad monetaria prepara una nueva estrategia para intentar llevar calma a los mercados y estudia la posibilidad de elevar la oferta para moderar la creciente demanda por cobertura registrada especialmente luego de las elecciones primarias.
Un accionar similar había puesto en marcha el ex presidente del Banco Central Federico Sturzenegger, quien llegó a poner a disposición unos 5.000 millones de dólares a diario.
Algunos analistas critican ese esquema al argumentar que impacta de manera negativa en las reservas, que sólo el viernes experimentaron una marcada caída de casi 2.000 millones de dólares.
Frente a la disparada del dólar, dirigentes radicales e integrantes del gobierno propusieron a Macri llevar a cabo un control de cambios.
El senador oficialista Julio Cobos admitió que si las medidas para “reperfilar” la deuda de corto plazo no funcionan, el gobierno no tendrá otra “alternativa” que establecer el control de cambios.
En ese escenario, el Banco Central dio a conocer antes del fin de semana una disposición mediante la cual las entidades financieras deberán contar con su autorización al momento de girar utilidades, con el fin de que “la liquidez del sistema sea mayor para evitar cualquier tipo de falta de dinero”.
Pese a ello, funcionarios del equipo económico evalúan la posibilidad de implementar iniciativas más restrictivas.
El Banco Central, además, decidió limitar los créditos que las entidades financieras otorgan a las empresas exportadoras con el fin de que se vean obligadas a liquidar divisas y promover una mayor oferta que en el último período fue muy limitada por parte del sector privado.
A su vez, en las últimas jornadas la autoridad monetaria no sólo vendió reservas, sino que también elevó la tasa de política monetaria por encima del 83% e intervino en futuros para contener la expectativa.