El ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, pidió reunirse lo antes posible con su sucesor para iniciar las conversaciones de la transición. Se trata de una de las más sensibles de la gestión, sobre la cual el gobernador electo Omar Perotti puso énfasis durante la campaña con el slogan “Ahora la paz y el orden”. Perotti no dio pistas sobre quién ocupará ese cargo, pero igual Pullaro reclamó acelerar los tiempos ya que falta solo un mes para el recambio de gobierno.
“Se perdió tiempo irrecuperable y ya es absolutamente imposible llegar a coordinar los servicios de los primeros meses”, advirtió el actual ministro de Seguridad. “Somos respetuosos y no le vamos a decir nosotros a las autoridades que vienen lo que deben hacer, pero me inquieta que no tengamos interlocutor para asuntos que ya deberían estar resueltos. Tendrían que tener por lo menos 60 operadores para definir aspectos que cambiaron totalmente como control de combustible, de racionamiento, de ingreso y egreso de personal, de recorrido de móviles en la calle, todas actividades que se tienen que hacer con antelación y que no están hechas”.
La transición avanza a paso lento entre el equipo de Perotti –el ex ministro Rubén Michlig y los legisladores Alcides Calvo, Roberto Mirabella, Leandro Busatto y Silvina Frana– y los representantes del Ministerio de Gobierno encabezado por Pablo Farías. Pero, hasta el momento, no se realizaron reuniones específicas sobre las áreas más sensibles de la gestión, como seguridad, educación y salud.
Ante las demoras, Pullaro planteó que la situación en las prisiones de la provincia es uno de los aspectos principales que ya se deberían estar conversando en el marco de la transición: “Es el triple de complejo que cuando asumimos. Las cárceles son más difíciles de manejar que la Policía en la calle. Además, diciembre es históricamente un mes complicado porque es el momento en que los internos esperan conmutaciones y están las fiestas que impactan en el ánimo general. Hay que estar preparados para atender los posibles conflictos”.
En diálogo con Aire de Santa Fe, el actual ministro de Seguridad dijo además que “hay licitaciones pendientes, como el servicio de contratación de prestaciones del 911, la compra de móviles, armas y chalecos, procesos que llevan más de seis meses en armarse. Nosotros no quisimos avanzar en decisiones que impactarán en el próximo período, pero sí podríamos haber coordinado porque ahora habrá demoras”.
Otro aspecto señalado por Pullaro es el funcionamiento del Instituto de Seguridad Pública, donde hay procesos frenados hasta que el nuevo gobierno decida sus prioridades respecto a la formación policial.