El ministro de Economía de la provincia, Gonzalo Saglione, aprovechó la sanción definitiva del presupuesto 2020 para destacar el estado en que el Frente Progresista entregará el gobierno el próximo 11 de diciembre: “Dejamos una provincia en orden, con potencialidad y con poca deuda”. El funcionario garantizó además el pago de sueldos y aguinaldos con cláusula gatillo, algo que había pedido expresamente el gobernador electo Omar Perotti.
Tras la sanción del presupuesto, que fue confeccionado por la actual gestión y modificado en la Legislatura a pedido del próximo mandatario, el ministro Saglione evaluó que “es importante que finalmente se haya alcanzado el acuerdo entre los diferentes espacios políticos provinciales para que el gobernador Perotti arranque con el presupuesto 2020 aprobado”.
El presupuesto 2020 fue sancionado el último jueves en la Legislatura luego de un trabajoso acuerdo entre las dos administraciones, los senadores y los diputados. Prevé gastos y recursos por algo más de 400 mil millones de pesos, con un resultado deficitario estimado en 10 mil millones. Además, se autoriza al próximo gobierno a tomar deuda para financiar obras públicas y, al mismo tiempo, se reconducen partidas que inicialmente iban a destinarse a gastos de capital para que el Ejecutivo pueda destinarlas a gatos corrientes.
“Es un presupuesto que refleja la realidad del país, con recursos estimados en base a las pautas adoptadas por el propio gobierno nacional en su proyecto de presupuesto y que deja las definiciones de la política tributaria provincial en manos de la nueva gestión de gobierno, que deberá resolverlo cuando asuma”, señaló Saglione a LT8.
Uno de los cambios que hizo la Legislatura respecto del proyecto original remitido por la actual gestión fue eliminar el ítem de la deuda histórica que mantiene la Nación con la provincia por descuentos sobre la coparticipación. La iniciativa original incluía 10 mil millones de pesos por ese concepto, que fueron quitados del presupuesto sancionado. Por ese motivo, de la estimación de un resultado equilibrado, con un leve superávit, se pasó a una estimación deficitaria.
“No se incluyeron las partidas que la Nación le debe a Santa Fe, por lo que el presupuesto termina siendo deficitario y no superavitario”, aclaró Saglione. El actual ministro también recordó que “el presidente electo Alberto Fernández asumió un compromiso con el gobernador electo (Perotti) de empezar a cancelar durante la próxima gestión de gobierno la deuda histórica por los fallos de la Corte”.
“Nos parecía importante, como gesto, que se incluyera una partida de un monto relativamente menor en relación al total de esa deuda, pero que diera una señal de que en Santa Fe entendemos que llegó el momento en que la Nación debe saldar esa deuda”, argumentó Saglione.
“Sin embargo –continuó–, la gestión entrante consideró más conveniente que eso no se incluyera como recurso; es una cuestión de criterio, se aceptó esa modificación solicitada, pero eso no significa que no entendamos que deba empezar a pagarse esa deuda el próximo año”.
“Si tal cosa sucede, el gobernador tendrá las herramientas para disponer cuáles son los destinos de esos fondos, siempre en el marco de lo que establece la ley vigente, que deben ser aplicados íntegramente a ejecutar obras y no a financiar gastos corrientes”, añadió el ministro de Economía.
Baja deuda
En otro orden, Saglione remarcó el bajo nivel de endeudamiento de la provincia: “Desde ya que Santa Fe forma parte del país y no podemos estar ajenos a lo que ocurre en el contexto de la macroeconomía nacional. Ahora, en ese espacio, Santa Fe tiene una economía privada y pública que se destaca del resto del país. La deuda de Santa Fe representa el 2% de lo que produce la provincia, cuando en la Argentina la deuda pública nacional representa el 94% del PBI”.
El ministro saliente tampoco está de acuerdo con las previsiones del gobierno entrante, que habla de un déficit fiscal de 20 mil millones de pesos para fin de año: “Lo hemos conversado con algunos referentes de la comisión de transición, no coincidimos con ese número y no es lo que surge de la ejecución presupuestaria. Al 31 de octubre, el déficit acumulado es de 9.100 millones de pesos, incluso con un leve superávit los últimos cuatro meses”. En efecto, al mes de junio el déficit era de 10.500 millones según datos oficiales.
“De esos 9.100 millones –explicó Saglione– hay 6.000 millones que corresponden a un pago que la Ansés debe realizarle a la provincia de Santa Fe, que todos los años hace y este año aún no ingresó. Más que un problema de gasto, hay un problema de cumplimiento del gobierno nacional”.
Gatillo garantizado
Liquidados los salarios de noviembre, el ministro de Economía anticipó que no corre riesgo el pago de los sueldos de diciembre con cláusula gatillo: “Tenemos una planificación financiera que permite garantizar el pago de los salarios que corresponden a nuestra gestión de gobierno y también la proyección de ingresos que permiten garantizar el pago del aguinaldo en la fecha que establezca la nueva gestión”.
Voces del PJ
En el sector de Perotti quedaron conformes a medias con el presupuesto. “Tiene un valor político importante porque nos saca a todos de una encerrona donde estábamos metidos e iba a ser perjudicial para todos”, evaluó Rubén Michlig, integrante de la comisión de transición designada por Perotti y uno de los negociadores del tema presupuesto.
“Fue fundamental llegar a un acuerdo en la Legislatura”, indicó Michlig y agregó: “Fue una situación que no generaba beneficio para nadie y espero que sea la bisagra de cara a la próxima gestión. Al menos pudimos acordar algunos mecanismos para poder funcionar en el inicio de gestión. Creo que encontramos un punto de gobernabilidad”.
Un poco menos optimista, el diputado saliente Héctor Cavallero –quien votó a favor del proyecto aún con fuertes críticas hacia el Frente Progresista– opinó que “el presupuesto 2020 garantiza una gobernabilidad transitoria y no definitiva”.
“Lo votamos porque creemos en el espíritu de la convivencia democrática. Estamos en total desacuerdo del método empleado por el gobierno saliente de Miguel Lifschitz. Pero en los contextos que vivimos, es necesario preservar la gobernabilidad y resguardar la institucionalidad”, concluyó el Tigre.