En medio de un panorama económico sombrío, con un dólar sin techo, aumentos masivos de precios y caída de la recaudación y la coparticipación, el gobierno provincial salió a aclarar que no corre riesgo el acuerdo firmado en paritarias con los gremios estatales y docentes, por el cual los salarios se actualizan en forma automática a medida que son superados por la inflación.
“Asumimos la decisión política de no parar la obra pública, de pagar la cláusula gatillo y de pagar el 82% móvil a los jubilados”, ratificó el gobernador Miguel Lifschitz este miércoles en declaraciones a Radio 2.
El acuerdo salarial sellado en abril implicó un aumento del 15% para estatales y docentes que ya fue superado por la inflación acumulada en lo que van del año. Por ese motivo, está vigente la cláusula gatillo por la cual los salarios se van actualizando de acuerdo al índice informado mes a mes por el Instituto Provincial de Estadística y Censos.
Aunque el mandatario aclaró que se va a respetar ese punto (a diferencia de la provincia de Córdoba, que lo eliminó), hay preocupación en la Casa Gris por la caída de la recaudación propia y de los envíos de la Nación por coparticipación, ambos afectados por la debacle de la economía.
Según comentó el gobernador santafesino, el ministro de Economía Gonzalo Saglione “está más preocupado que nunca porque en estos procesos de devaluación se desata la inflación. La devaluación se traslada a precios y ya vemos cómo supermercados remarcan, mayoristas retiran productos. Cuando la gente está apretada, no paga impuestos, tasas, ni tarifas y va a repercutir no solo en la provincia sino en los municipios”.
En efecto, este mismo miércoles hubo una reunión en Casa de Gobierno entre funcionarios de la provincia y senadores provinciales que llevaron las inquietudes de intendentes y presidentes comunales, mucho de los cuales tienen problemas financieros severos, al punto de no poder pagar los salarios.
Por lo demás, Lifschitz dijo que “el peronismo va a recibir una muy buena herencia” tras el paso de mando, en diciembre, aunque aclaró que no espera felicitaciones por ello: “No espero que quien asuma elogie la gestión anterior, pero vamos a dejar una provincia con las cuentas ordenadas”.