El Sindicato de Trabajadores Camioneros de Santa Fe, alineado con la Federación Nacional de Camioneros que conduce Hugo Moyano, rechazó, de “manera contundente”, la reciente denuncia realizada por la concejala de Juntos por el Cambio, Germana Figueroa Casas, al señalar que miembros de esa organización sindical exteriorizaron amenazas a quienes procuraron sortear un “bloqueo” en las puertas de las empresas Razzini Industrial y Razzini Materiales de Rosario.
“Nuestro gremio nada tiene que ver con esta situación”, remarcó Juan Chulich, secretario general del gremio de los camioneros. Es preciso recordar que la controversia comenzó cuando Figueroa Casas señaló que “desde junio, en los ingresos de las locaciones de la empresa, se encuentran grupos del sindicato de camioneros bloqueando su entrada y realizando amenazas a quienes son parte de la misma o intentan pasar”.
Y agregó: “Tenemos que terminar con los aprietes a quienes quieren y necesitan trabajar”.
Dos expresiones gremiales
En ese contexto, la respuesta de Chulich no se hizo esperar: “Nuestro gremio no comulga con este tipo de accionar que menciona la edila y nos parece necesario aclararle a la comunidad que somos camioneros y no somos parte de esta situación planteada”.
Pero en la controversia lo que no se menciona es que en Santa Fe existen (no sin tensiones) dos expresiones gremiales de los camioneros: por un lado la que lidera Chulich, referenciado en Hugo Moyano; y por el otro el Sindicato de Camioneros, conducido por Sergio Aladio.
Este último, que se distanció de Moyano y su gremio y renunció en 2014 a la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, intenta erigirse en “dirigente provincial” para no tener “condicionamientos”, señalan desde su sector.
A priori, lo que parece es que se trata de una disputa gremial interna (que lo es) pero el trasfondo es de corte político. En efecto, mientras Chulich, confrontó durante los cuatro años que gobernó Mauricio Macri; Aladio, intentó desarrollar una política sindical sin que la política nacional “contaminara” su accionar.
Como sea, la actualidad los muestra otra vez enfrentados: Chulich desarrolla una intensa actividad para que Santa Fe rechace el proyecto de ley de ART, mientras que Aladio apoya la aplicación de la norma.
Es en esta situación donde se puede encontrar un punto de contacto con la denuncia de Figueroa Casas; como se señaló, la edila pertenece a Juntos por el Cambio y el proyecto de ley de ART, también.
