La intención de la dirigencia, avalada incluso por opositores e hinchas, es esperar por Gabriel Heinze o Sebastián Beccacece para tentarlos con ser el próximo entrenador leproso. Y mientras eso demore, será imposible avanzar sobre la contratación de refuerzos.
El apuntado es Gabriel Heinze, que dirime su continuidad con Vélez en la Copa de la Superliga ante Lanús, con una ventaja 2-1, que podría significar esperar al menos dos o tres semanas más para sentarse con el Gringo.
Heinze ya anticipó que no charlará con nadie ante de definir su continuidad con Vélez. Y aquellos que conocen el ex Newell’s saben bien que un intento antes de ese plazo puede ser contraproducente.
Lo bueno para Newell’s es que el Gringo no está tan cómodo con los directivos de Vélez. Ya hubo dos reuniones para analizar su continuidad y no hubo acuerdo. Y hay cierto enojo del DT, algo que se evidenció ayer cuando se le consultó sobre la imposibilidad de entrenar en el Amalfitani por estar alquilado por Jaguares. “Me da bronca e impotencia no poder disfrutar de las instalaciones de mi casa para preparar un partido. Ese riesgo me incomoda. Me jode no poder decidir yo lo que puedo hacer en mi casa. Si pasa eso, estamos mal”, disparó Heinze. Y en ese enojo Newell’s sustenta su ilusión.