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“El Habitante”, una obra distópica de clown acerca de un hombre en el encierro

Con idea e interpretación de Mauricio Tejera Ferrúa, dramaturgia y dirección de Lucas Cristófaro De Vicenti junto al propio Tejera Ferrúa y asistencia de dirección de Fernando Porcel, la obra se presenta los viernes en el Cultural de Abajo

Como “una obra distópica de clown” se anuncia el estreno de El Habitante, un nuevo trabajo dentro del amplio espectro de lenguajes escénicos locales que se sumó a la cartelera rosarina fusionando una serie de problemáticas ligadas al mundo contemporáneo que, en gran medida, afectaron la vida de las personajes en medio de la alienación que produjo el encierro en pandemia de los últimos años.

Con idea e interpretación de Mauricio Tejera Ferrúa, dramaturgia y dirección de Lucas Cristófaro De Vicenti junto al propio Tejera Ferrúa y asistencia de dirección de Fernando Porcel, la obra, que ofrecerá una temporada en el Cultural de Abajo, cuenta además con diseño de escenografía y objetos de María Paula Díaz, realización escenográfica de Leandro Cortez, Lucas García y Mauricio Tejera Ferrúa, diseño de vestuario de Liza Tanoni con realización conjunta de Tanoni y Cintia Pendino, realización de objetos de Cristian Alamino e Ignacio Almeyda, diseño sonoro de Fernando Porcel, también a cargo del diseño gráfico; diseño lumínico de Lucas Cristófaro De Vincenti, voces en off de Maru de Rosa, Lucas Cristófaro De Vincenti y Fernando Porcel y prensa de Pamela Di Lorenzo.

En un futuro indefinido

“Se trata de un unipersonal que invita al espectador a sentarse casi dentro del living de Habitante, un hombre de un futuro indefinido donde la tecnología ha avanzado a niveles tan altos que toda la vida de una persona puede organizarse a través de un teléfono demasiado inteligente. El Habitante es uno de los últimos humanos sobre la tierra que, aislado y atrapado en un contexto trágico, se ve envuelto en un sinfín de situaciones cómicas hasta que llega a su habitáculo un visitante inesperado y la sola presencia de su otredad pone en jaque todo lo conocido”, adelantan desde el equipo artístico a través de un parte de prensa.

En el mismo sentido, definen a la obra como “un viaje, a través del humor, a un futuro indefinido, pero no tan lejano. Es una propuesta que reflexiona sobre los vínculos sociales en las grandes ciudades, por la vida en la pospandemia, haciendo foco en el triángulo tecnología-trabajo-entretenimiento, pero que también plantea una mirada acerca de consumos problemáticos, de la preservación de la naturaleza y del cuidado de la propia salud”.

“El proceso de dramaturgia lo llevamos adelante junto con el protagonista, teniendo en cuenta que en la estética del clown, en su técnica basal, siempre es el mismo clown el autor de sus propios números. El clown trabaja ese mundo interno, por lo general desde el humor, entonces dentro de su proceso de dramaturgia es el autor. Con todo eso que trae el clown, en este caso Mauricio (Tejera Ferrúa), yo trabajé desde afuera como director y al mismo tiempo como dramaturgista, pero ya en un proceso de rescritura del material que aportaba a la escena. El clown escribe en escena y yo aporto otra escritura que se complementa. Así se dio este proceso”, contó a El Ciudadano el actor y director Lucas Cristofaro De Vicenti.

“En escena hay un clown sin nariz roja, pero clown al fin, y el trabajo surge a partir de una idea que tenía Mauricio, pre pandemia, que se vio atravesada por los efectos que tuvo la pandemia en todo y en todos, y en esos últimos momentos del aislamiento, cuando todo empezaba a cobrar cierta «normalidad», en 2021, nos empezamos a juntar para trabajar, más allá de que siempre estuve cerca de este proceso que en realidad Mauricio comenzó hace casi diez años”, planteó el creador.

En el mismo sentido, el actor y director sumó: “Así se dio esta última etapa del proceso que no lleva a este estreno, donde también se sumó Fernando Porcel que es el asistente de dirección y a partir de este triángulo que armamos abordamos el montaje de la obra que dialoga entre lo tecnológico y lo humano en un contexto distópico y desconocido, donde se hace referencia a un afuera y a un adentro en el que Habitante está encerrado y no puede salir por el peligro que ese afuera representa. Algo pasa en ese afuera a nivel planetario que le impide salir, hay que permanecer encerrados, y en este encierro hay un teléfono demasiado inteligente que le va ordenando la vida al personaje, donde se mezcla este presente donde también se puso en debate la inteligencia artificial (IA). Este teléfono «demasiado» inteligente le ordena la vida a un personaje que se enfrenta de este modo a sus propias contradicciones que no son otras que las de todos los seres humanos”.

En el mismo sentido, el director destacó el humor como matriz del espectáculo: “Este es un ser humano que al mismo tiempo es clown, lo que dispara las escenas cómicas y absurdas llevadas al extremo, y por allí pasa la estrategia de esta obra. Indefectiblemente, la tecnología que cobró tanta fuera en este último tiempo, también es una temática que nos atraviesan. Pero frente a todo eso, nosotros sentimos que hacer teatro es una decisión, ya no inocente y tampoco meramente estética, sino que es una decisión completamente política y de resistencia porque nos paramos desde el humor y con sentido crítico frente a lo que vemos, justamente en esta sociedad cada vez más atomizada hacia lo individual, hacia el mundo privado, dejando de lado lo colectivo y muy afectada por lo tecnológico. Estamos viviendo en una sociedad en la que prevalece un narcisismo exacerbado. Por eso también hacemos teatro: apostamos a los viejos rituales del teatro que apuntan a estar todos juntos bajo unas mismas coordenadas de espacio y tiempo, presenciando un suceso único e irrepetible”.

Para agendar

La obra de clown El Habitante se presenta los viernes, a partir de las 21, en la sala Cultural de Abajo (Entre Ríos 579). La propuesta continuará con sus funciones los restantes viernes del mes siempre en el mismo horario. Las reservas de entradas se realizan al 341- 5592084.

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