Puestos a elegir la mayoría de las personas prefieren conocer primero las malas noticias y luego las buenas porque los individuos prefieren los finales que vayan hacia arriba en materia anímica en vez de aquellos que tiren para abajo. En definitiva, se buscan finales felices.
Por ello, la mala noticia es que el virus Sars-CoV-2 llegó para quedarse y la humanidad deberá habituarse a convivir con este patógeno causante de la enfermedad conocida como Covid-19.
Pero, del revés de la trama, se pueden anotar buenas novedades como el anunciado fin de la pandemia que jaqueó a la mayoría de los sistemas sanitarios mundiales y produjo pérdidas económicas millonarias en casi todas las naciones y, en el ámbito científico, la publicación de un trabajo de los investigadores del Boston Children`s Hospital de Massachusetts que aseguran haber hallado el “Anticuerpo”, con A mayúscula, que podría combatir todas las cepas de coronavirus existentes en acto y en potencia.
Puede ser un exceso de optimismo hablar del arquetipo de un anticuerpo que termine con la amenaza del Sars-CoV-2 de manera definitiva pero lo cierto es que los expertos de Boston aseguran que su descubrimiento se trata de un logro que traería mayores certezas a la producción de vacunas que hasta el momento han servido para proteger contra casos graves de Covid-19 pero no han logrado frenar cepas del virus como ómicron y sus variantes.
Porque el problema con las vacunas anti-Covid, ya sean fabricadas con las técnicas tradicionales de virus atenuado, o los fármacos más recientes que utilizan vectores de adenovirus o las de ARN mensajero, es que, además de ser experimentales y estar aún bajo estricto seguimiento por posibles efectos adversos, las que se han usado hasta ahora no protegen del todo contra la variante omicrón.
Desde luego que las vacunas ofrecen un nivel de protección importante contra las formas de la infección, pero el virus, a través de las variantes recientemente descubiertas, continúa expandiéndose y contagiando a miles personas incluso a aquellas que han sido vacunadas hasta con tres dosis de refuerzo.
En lo que respecta a la producción de anticuerpos, la primera generación de vacunas, ayudaron a generarlos y permitieron combatir la infección de manera aceptable, pero éstos mismos anticuerpos son menos efectivos frente a las nuevas mutaciones del virus.
Es en este contexto donde ingresa el importante trabajo de los especialistas del Boston Children`s Hospital de Massachusetts de los Estados Unidos que publicaron un trabajo en la revista especializada Science Inmunology donde relevan un experimento realizado con ratones que redunda en el descubrimiento de un anticuerpo capaz de combatir todas las cepas del coronavirus.
Ratones casi humanos
El concepto del subtítulo podría provenir de una novela de anticipación pero en verdad los científicos estadounidenses “humanizaron” los ratones con los que experimentaron al introducirles una solución que contiene segmentos de genes humanos lo que permite que sus sistemas inmunes se acerquen a los nuestros.
Luego de realizado este proceso de hibridación, los científicos expusieron los ratones al virus SARS-CoV-2 y los sistemas inmunitarios de los ratones produjeron anticuerpos como respuesta al patógeno. Hecho que les permitió a los científicos analizar la eficacia con la que protegían el organismo.
Fue en ese momento cuando los expertos tomaron nota que uno de los anticuerpos producidos en los ratones era capaz de neutralizar o detener todas las cepas conocidas del virus (alpha, beta, gamma, delta y las subvariantes de ómicron, incluyendo la BA 4 y BA5, responsables de los recientes casos de infección).
La comunidad científica se ha mostrado entre entusiasta y cauta con respecto al descubrimiento.
En declaraciones a la DW de Alemania, Thomas Bohem, del Instituto Max Planck de Inmunología y Epigenética, señaló que se trata “de un gran trabajo de detección inteligente que permitió detectar un anticuerpo sumamente útil”.
Mientras que, en la Universidad de Edimburgo, el inmunólogo y profesor Neil Mabbot, sostuvo a la prensa escocesa que “…si bien los resultados son muy prometedores es necesario seguir trabajando para determinar si este anticuerpo monoclonal puede neutralizar o matar a todas las distintas variantes del coronavirus”.
En lo que hay consenso es en afirmar que el descubrimiento será útil para trabajar con terapias con anticuerpos monoclonales como tratamiento para personas infectadas y en el desarrollo de métodos de profilaxis avanzados como las vacunas.
Los anticuerpos monoclonales son proteínas del sistema inmunitario que se crean en el laboratorio. Están aquellos anticuerpos que son producidos naturalmente por el cuerpo y ayudan al sistema inmunitario a reconocer a los gérmenes que causan enfermedades, como las bacterias y los virus, y los marcan para ser destruidos.
Como los anticuerpos del cuerpo mismo, los anticuerpos monoclonales reconocen blancos específicos. Por ejemplo, se los utiliza para luchar contra el cáncer.
Fue, a no olvidar, el gran aporte realizado por el químico nacido y formado en la Argentina, César Milstein (1927-2002), que, por sus investigaciones en la materia, recibió el Premio Nóbel en Medicina en 1984.