José Capitano arribó a Rosario desde Italia en 1952. A los dos meses le llegó desde Bolonia una máquina para hacer helados que pagó con lo único que tenía: un caballo y una mula. El 10 de noviembre se cumplirán 62 años de la fundación de Catania, la heladería artesanal más antigua de Rosario. Hoy y mañana Catania, al igual que otras tantas de la ciudad, tendrá su stand en el Festival del Helado Artesanal y llevará sus sabores más codiciados, entre ellos, el sambayón y el chocolate “60 aniversario”.
“El helado artesanal siempre es un desafío”. Bibiana Castro es la titular de Catania y la nuera del fundador. De chica pasaba por Catania pero sólo porque quedaba de paso para ir a casa de sus abuelos. Bibiana es profesora de educación física y jamás se le cruzó por la cabeza dedicarse a la heladería. Se casó, sin embargo, con el hijo de José Capitano y el placer familiar por la elaboración de helado recayó en ella. Hace 35 años que está involucrada y el fundador de la heladería la preparó para que siguiera con la línea artesanal y sabrosa de la crema helada que siempre identificó a Catania. “Es atrapante, siempre estás creando”, sostiene ahora, a la vez que afirma que su profesión se le presentó casi sin querer en el camino de la vida y no se arrepiente de haberla abrazado.
La heladería está ubicada en Avellaneda y Zeballos desde 1967. Siempre se mantuvo en la zona pero esa fue la última sede. Primero se alquiló, luego se compró y empezó a expandirse. Es la única boca de expendio de la firma pero sus dueños afirman que es una heladería modelo. “Tiene mucho lugar adentro y la preparación está a la vista. Queremos garantizar la calidad”.
La permanencia en Echesortu le dio también esa característica precisa: ser barrial, conocer a su clientela (NdR: para esta nota prefieren no hacer nombres propios con los clientes más antiguos para no olvidarse a ninguno) y a generaciones enteras de familias que han pasado por el local para degustar sus cremas heladas, incluso hasta festejar cada cumpleaños de la firma en la calle con fiestas populares.
Catania tiene 50 sabores que van y vienen del mostrador. “Se va probando, aprendiendo, creando”, resume su titular.
Bibiana repite recetas y también inventa. Cuenta que el chocolate “60 aniversario” es su máxima creación, y destaca también el sambayón italiano, una creación suya en base al, claro, sambayón orginal, que es el sabor más pedido, más viejo y más artesanal de la historia de la heladería. “Hace 52 años que es siempre igual”, dice Castro.
Además, la mujer destaca con orgullo que la heladería ofrece como servicio una línea de seis sabores dietéticos para los clientes diabéticos. El preferido de Bibiana es el yogurt multifrutal, distinto a los sabores que nombra que son un cóctel de chocolate, mouse y dulces. Al Festival del Helado Artesanal van a llevar los sabores preferidos de sus clientes más fieles y antiguos: sambayón, frutilla a la crema, dulce de leche deleite, crema Catania, limón con frutillas y banana split, principalmente.
Capital nacional
Como Capital Nacional del Helado Artesanal, Rosario da lugar a unas 70 fábricas y cuenta con la materia prima regional de la mayor cuenca lechera del país. Es además la ciudad donde se elabora más helado artesanal por habitante. Si bien hay heladerías en todos los barrios, es famosa la oferta disponible a lo largo de avenida Pellegrini, donde se concentran varias de las principales marcas locales.
Para hacerse un festival
El Festival del Helado Artesanal se realizará hoy y lunes en el Parque Nacional a la Bandera. La actividad será de 14 a 21.30 con entrada gratuita Habrá más de 20 marcas a precios promocionales, además de un espacio de juegos para los más chicos y sorteos.
En la jornada inaugural estará Eber Ludueña (el personaje del actor rosarino Luis Rubio), que se sumará a una variada agenda de espectáculos con la conducción de Analía Bocacci y Leo Farhat. El cierre de mañana será con desfiles y la Reina Nacional del Helado Artesanal.
Rosario volverá a reunir así y en un único lugar los motivos que la han convertido en Capital Nacional del Helado Artesanal, invitando a pasarla bien y degustar desde los sabores más tradicionales hasta otros exóticos o de inspiración gourmet.
El Festival del Helado Artesanal es organizado por la Cámara Industrial y Comercial del Helado Artesanal (Cicha) con el auspicio de la Municipalidad de Rosario y el Ente Turístico Rosario.
Los sabores de la rosarinidad: el Carlito, las Turcas y el Amargo Obrero
¿Qué sabores hacen a la identidad de Rosario? ¿Qué hay que probar durante una visita a la ciudad? En mayo pasado, en el marco de la Semana Gastronómica 2014, el secretario de Turismo municipal y presidente del Ente Turístico Rosario, Héctor De Benedictis, presentó los sabores típicos de la ciudad.
La lista de productos, de la que también forma parte el helado artesanal, de la identidad local es la siguiente:
Pescados de río: Del caudaloso río Paraná provienen los pescados que se integran como ingrediente fundamental a la gastronomía rosarina, incluyendo boga, pacú y surubí, entre otras. Los coloridos puestos de pescadores de La Florida, que ofrecen en variedad y cantidad según la pesca fresca del día, se suman a las sabrosas especialidades ofrecidas en los restaurantes de la zona.
Las Turcas: en la década del 40, un repostero de apellido Assuf, le dio un giro distinto a una tradicional receta de Medio Oriente. Reemplazó frutos secos por crema pastelera para obtener un producto más accesible. Así nacieron las “turcas”, que se popularizaron en las canchas de fútbol.
El Carlito: este popular sándwich nació con el auge de las clásicas chopperías a mediados del siglo pasado. Aunque su invención ha motivado mitos y leyendas, el Carlito surgió en el bar Cachito, ubicado en Pellegrini y Maipú, de la mano de Rubén Ramírez.
Medialunas de Nuria: las famosas medialunas saladas de manteca de Nuria nacieron al calor de la panadería fundada por Enrique Adel, quien en 1936 trajo su oficio de pastelero desde Cataluña.
Mortadela Paladini: en 1923 don Juan Paladini comenzó a elaborar chorizos, salames, bondiolas y otros productos inspirados en su vieja Italia. La primera mortadela se elaboró en 1958, con enorme aceptación de la gente.
Amargo Obrero: nació en 1887 en Rosario como una reacción contra las bebidas dulces que tomaban las clases burguesas. La etiqueta refleja la fuerza del trabajo y las raíces del movimiento obrero, con los colores rojo y negro como símbolo del anarquismo.
Bife de chorizo: frente al parque Yrigoyen, en el carrito Jorgito Junior, en 1994 una señora comentó que hacía 20 años no comía chorizo porque le caía mal. Entonces Jorgito se lo preparó sin piel, aplastado en forma de bife. Días después la señora volvió muy contenta a pedir cinco “bifes de chorizo”, para ella y sus amigas. Un taxista la escuchó y quiso probarlo. Después lo recomendó a otros taxistas y, de ahí, el dato pasó a toda la ciudad que adotpó este sándwich como un alimento de consumo masivo.
