Un jurado popular declaró este miércoles por unanimidad «culpable» al ciudadano israelí Gilad Pereg por los asesinatos de su madre y de su tía, quienes fueron halladas enterradas en los fondos de su casa de la localidad mendocina de Guaymallén en enero de 2019.
Luego de más de tres horas de deliberación, el hombre fue hallado responsable del homicidio agravado por el vínculo de su madre, Phyria Saroussy, de 63 años, y del homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego de su tía Lily Pereg, de 54.
Una ama de casa, una diseñadora industrial, una psicóloga, dos mecánicos, un empleado y un desocupado fueron parte del jurado popular, conformado por 12 integrantes, que declaró al israelí culpable del doble homicidio.
Los 12 miembros del jurado titular y cuatro suplentes, de quienes está prohibido dar a conocer sus identidades, escucharon a todos los testigos, abogados y fiscales y hasta al propio acusado, entre el 26 de octubre pasado, cuando comenzó el debate, hasta la mañana de este miércoles con los alegatos de clausura y las «últimas palabras» de Pereg.
De entre 21 y 46 años, los jurados fueron elegidos por sorteo y tienen distintas profesiones y oficios, y entre ellos hubo incluso un joven de 21 que se encuentra desocupado.
El jurado titular estuvo conformado por una ama de casa (38), una diseñadora industrial (35); una peluquera (31); una empleada doméstica (33), una psicóloga (26); una gastronómica (46), dos mecánicos (23 y 24), dos metalúrgicos (32 y 44), un empleado (42) y el joven desempleado.
En tanto los jurados suplentes fueron una docente (35), una trabajadora autónoma (46), un operario de bodega (31) y un empleado gráfico (34).
En la audiencia de cesura, el jurado titular eligió a un representante, que fue un hombre que leyó el veredicto condenatorio para Pereg que, luego, recibió la pena de prisión perpetua.
La jueza técnica Laura Guajardo les leyó finalmente las condiciones que imponía haber sido jurados populares, como la imposibilidad de divulgar detalles de las deliberaciones realizadas previas al veredicto, y les agradeció haber participado del juicio.»
«Asesinato despiadado»
Antes de conocerse la sentencia, el fiscal del caso Fernando Guzzo pidió al jurado que lo declare culpable tras considerar que cometió un “asesinato despiadado” con “plena consciencia de la criminalidad de sus actos”.
Por su parte, en sus últimas palabras antes el jurado, Pereg reiteró que lo están “tratando de culpar a la fuerza” y que le “plantaron” los cuerpos en su casa luego de detenerlo.
“Nunca negamos que tiene una enfermedad, que padece una patología” pero “no es inimputable”, manifestó el fiscal en su alegato de clausura ante el jurado, que este miércoles dará a conocer su veredicto.
En la última jornada del juicio por jurados, a la que asistió mucho público, entre el que se hallaba el diputado nacional mendocino Alfredo Cornejo, Pereg optó inicialmente no estar presente, aunque tras el alegato fiscal fue llevado a la sala, donde permaneció sentado, en silencio y con la mirada fija hacia el suelo hasta declarar.
“Si yo hubiera tirado el arma tendría polvo en las manos y no tenía. La policía y la fiscalía utilizaron el arma mía para tirar a los cuerpos”, expresó el acusado.
La jornada judicial comenzó con el alegato de Guzzo, quien enumeró las pruebas que indican que Pereg fue el autor de los asesinatos y que comprendió la criminalidad de sus actos.
También se refirió a la declaración que el imputado brindó este martes ante el jurado, en la que dijo sentirse un “gato”, aseguró que su mamá “está viva” y que le “plantaron” los cuerpos para incriminarlo.
“Si esto fuera una iglesia y no una corte, tendría que decir que ha ocurrido un milagro. Este martes, al declarar durante una hora acá, Gil Pereg se ha curado: hemos logrado que no maúlle, hemos logrado que no defeque, hemos logrado que no orine, hemos logrado que entienda”, expresó Guzzo, quien volvió a pedir al jurado que no se deje “engatuzar”.
La audiencia continuó con el alegato de la querellante Claudia Vélez, representante de la familia de las víctimas, quien, al igual que la fiscalía, pidió que el jurado dicte un veredicto de culpabilidad.
Luego el defensor Maximiliano Legrand expuso un resumen de los dichos de los peritos que entrevistaron a Pereg y lo consideraron “loco”, “alienado” y con “un trastorno delirante” y en base a ello solicitó que Pereg sea declarado no culpable por inimputable o, de ser condenado, lo sea por homicidio atenuado por su condición.
Gatos, perros y estado de abandono
De acuerdo con la investigación, en enero de 2019, ambas víctimas habían arribado a Mendoza para visitar al ahora imputado, que residía en un predio con una casa muy precaria que estaba llena de gatos y algunos perros en estado de abandono.
Las hermanas israelíes fueron vistas con vida por última vez el 12 de ese mes en ese domicilio, situado en la calle Roca al 6000 de Guaymallén, y 14 días después la Policía Científica encontró sus cuerpos mutilados y tapados con piedras y tierra en un sector del mismo predio.
Tras ser descubierto el doble crimen, Gil Pereg quedó detenido y durante su estadía en la cárcel mostró comportamientos extraños y aseguró ser “un gato”, lo que reiteró en diversas oportunidades y audiencias en las que, incluso, comenzó a maullar frente a los magistrados.