Bertrand Rusell fue filósofo social, epistemólogo, matemático y ensayista; una de las figuras sobresalientes del pensamiento y las ciencias del siglo XX. Sus teorías abrieron nuevas sendas en diversos campos del saber y además tuvo un explícito compromiso contra el militarismo de las potencias hegemónicas, destacándose principalmente las campañas que impulsó contra las armas nucleares y el belicismo tanto de Estados Unidos de Norteamérica como de la URSS y de los países miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) como el Reino Unido de Gran Bretaña, donde residió.
Junto con otros intelectuales creó el tribunal que adoptó su nombre contra los crímenes en Vietnam. Su prolongada existencia fue trascendente pues legó a la especie humana una multiplicidad de libros sobre temas tan variados como la filosofía de la ciencia, la ética, la educación, la lógica, las relaciones interpersonales, las religiones y la sociología, por ejemplo.
Esbozo Biográfico
Bertrand Arthur William Russell nació en Trellech (Gales), Reino Unido de Gran Bretaña, el 18 de mayo de 1872. Describió uno de sus biógrafos: “Russell fue hijo de John Russell, vizconde de Amberley y de Katrine Louisa Stanley. Su abuelo paterno fue lord John Russell, primer conde de Russell, quien fue dos veces primer ministro con la reina Victoria. Su abuelo materno fue Edward Stanley II o barón Stanley de Alderley. Además, era ahijado de John Stuart Mill, quien –aunque jamás conoció a Russell– ejerció una profunda influencia en su pensamiento político a través de sus escritos”.
“Russell quedó huérfano a la edad de 6 años, tras la muerte de su hermana y su madre (de difteria), y seguidamente su padre, quien no pudo recuperarse de la pérdida de su esposa e hija y finalmente se dejó morir en 1878. Russell y su hermano Frank se mudaron a Pembroke Lodge, una residencia oficial de la Corona donde por favor real vivían su abuelo lord John y su abuela lady Russell, quien sería la responsable de educarlo. Pese a que sus padres habían sido liberales radicales, su abuela, aunque liberal en política, era de ideas morales muy estrictas, convirtiéndose Russell en un niño tímido, retraído y solitario. Solía pasar mucho tiempo en la biblioteca de su abuelo, donde precozmente demostró un gran amor por la literatura y la historia. Los jardines de la casa eran el lugar predilecto del pequeño Russell y muchos de los momentos más felices de su infancia los pasó allí, meditando en soledad”, contó.
“El ambiente represivo y conservador de Pembroke Lodge le produjo numerosos conflictos a Russell durante su adolescencia. Al no poder expresar libremente su opinión con respecto a la religión (la existencia de Dios, el libre albedrío, la inmortalidad del alma…) o el sexo, pues sus ideas al respecto habrían sido consideradas escandalosas, escondía sus pensamientos de todos y llevaba una existencia solitaria, escribiendo sus reflexiones en un cuaderno; usando el alfabeto griego para hacerlas pasar por ejercicios escolares. No fue al colegio, sino que fue educado por diversos tutores y preceptores, de los que aprendió, entre otras cosas, a dominar perfectamente el francés y el alemán”, relató.
En 1890, Russell ingresó al Trinity College de Cambridge para estudiar matemáticas. Allí conoció a Alfred North Whitehead, con quien después colaboraría en Principia Mathematica. Whitehead quedó tan impresionado por el joven Russell que lo recomendó a la sociedad de discusión intelectual Los Apóstoles, un grupo de jóvenes de Cambridge que se reunían para discutir cualquier tema sin tabúes, en un ambiente intelectualmente estimulante.
Señala un comentarista: “Durante su cuarto año en Cambridge, en 1894, Russell estudió Ciencias Morales (el nombre por el cual se denominaba a la Filosofía). Leyó con fervor y entusiasmo a los autores clásicos”.
Viajes y aprendizaje
Las actividades extraacadémicas de Russell lo llevaron a emprender numerosos viajes en los cuales observaba la situación en diversos países y se entrevistaba con las personalidades relevantes de la época. Viajó en dos ocasiones a Alemania. En 1895, partió hacia Estados Unidos. En el año1920, junto con delegación del Partido Laborista Británico, visitó Rusia y se entrevistó con Lenin; su experiencia en la URSS acabaría con las esperanzas que inicialmente tenía con respecto a los cambios que el comunismo soviético podía producir. En 1921, viajó a China con su compañera de la vida Dora Black, permaneciendo allí un año, retornado a Inglaterra a través de Japón y Estados Unidos.
La estancia en China resultó para Russell muy provechosa; apreció en esa cultura valores tales como la tolerancia, la imperturbabilidad, la dignidad y, en general, una actitud que valoraba la vida, la belleza y el placer de una manera distinta y contrastante con la occidental. Las vivencias de estos viajes quedaron plasmadas en libros, artículos periodísticos y conferencias.
Contra las guerras
Bertrand Russell fue un claro opositor a la Primera Guerra Mundial (1914-1918), lo que le significó padecer seis meses de cárcel por la publicación de artículos y panfletos antibelicistas. Entre los años 1927 y 1932, junto con su compañera Dora Black, establecieron en Beacon Hill, Londres, una escuela en una pedagogía libertaria que pretendía educar a niñas y niños libres de prejuicios. Proyecto educativo que reflejaba la concepción de Russell de que los niños no debían ser forzados a seguir un currículo académico estricto.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) Russell sostuvo claras y contundentes posiciones contra el fascismo y el nazismo. Luego de la Segunda Guerra Mundial, Russell se dedicó activamente a la tarea de evitar la guerra nuclear y asegurar la paz mediante una adecuada organización internacional, iniciando una etapa de activismo político que provocaría su segunda estadía en prisión cuando contaba ya con 90 años.
En 1950 le fue otorgado el premio Nobel de Literatura como reconocimiento de sus variados y significativos escritos en los que defiende ideales humanitarios y la libertad de pensamiento. Su vida se apagó en Penrhyndeudraeth (Gales), Reino Unido de Gran Bretaña, el 2 de febrero de 1970. Su legado intelectual y su actitud ética humanista son imperecederos.
Su legado intelectual
En 1900, Bertrand Russell elabora Los principios de la matemática y poco después comienza su colaboración con A. N. Whitehead para escribir los tres volúmenes de los Principia Mathematica, la que sería su obra cumbre y en la que pretendía reducir la matemática a la lógica.
Entre las obras destacadas de Russell pueden mencionarse: La socialdemocracia alemana (1896). Un ensayo sobre los fundamentos de la geometría (1897). Exposición crítica de la filosofía de Leibniz (1900). Los Principios de las matemáticas (1903). Los elementos de la ética (1910). Ensayos filosóficos (1910). Los caminos de la libertad (1918). Teoría y práctica del bolchevismo (1920). Ícaro o el futuro de la ciencia (1924). Educación y el orden social (1932). El conocimiento humano. Su alcance y sus límites (1948). Autoridad e individuo (1949). El impacto de la ciencia en la sociedad (1952).