Por: Gastón Marote/ NA
El caso de Hamisi Prince es uno de los que mas impactó en la historia criminal mundial, porque con solo 9 años mató a varios niños de diferentes maneras en Ruanda.
Si bien se estima que sus víctimas fueron más de tres, lo que se constató fue cómo mató a varias de ellas entre 1998 y 1999.
En ese sentido, lapidó y golpeó con un garrote hasta la muerte a una niña de 3 años, degolló a otro niño y estranguló o asfixió a otros niños pequeños en Cyangugu.
La Policía de Ruanda lo detuvo en el área de Cyangugu, en el suroeste del país, donde al ser apresado confesó los homicidios que había cometido.
Los que más sorprendió a los efectivos y a las autoridades locales fue la confesión de Prince y lo que lo había motivado a asesinar a esos niños.
«Cuando maté, era como si una fuerza interior me empujara a hacerlo», dijo el menor tanto a la Policía como luego en una entrevista radial.
Asimismo, el informe señalaba que el precoz asesino había confesado haber matado a una niña de 3 años con piedras y un garrote y reveló que había matado a muchos niños en el pasado.
«Cortó la garganta de una víctima y dijo que estranguló a otro niño y asfixió o ahogó a otros niños pequeños», relataron en esa presentación, tras la entrevista con Prince.
Los vecinos del pequeño relataron que el chico fue criado por sus abuelos ante la ausencia de sus progenitores.
Si bien no se conocen mayores detalles, se cree que el padre del niño está actualmente en prisión enfrentando cargos relacionados con el genocidio de 1994.
Esa matanza fue un intento de exterminio de la población tutsi por parte del gobierno hegemónico hutu de Ruanda, entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994. En aquel entonces, se calcula que mataron entre 500.000 y 1.000.000 tutsis, lo que se estima en un 70 por ciento de esa población.