En este caótico contexto nacional, donde entre campaña, inflación e inseguridad, vamos tambaleando y tratando de sobrevivir de la mejor manera posible, temáticas como la violencia estética suelen no ser tenidas en cuenta. Muchas veces, quienes militamos la diversidad corporal somos tildadas/os de ser cristales (en relación a la generación de cristal) o banales, porque la atención sobre esta problemática sigue estando en la persona y no en el modelo impuesto. Un ardid del sistema, que sigue saliéndose con la suya haciendo creer que estas cuestiones son asuntos individuales y no colectivos. Decisiones que se basan producto de un hostigamiento permanente por todos los medios posibles (publicidades, medios, redes sociales, entornos, etc.) y del que muchas veces inconscientemente somos replicadores.
Farándula nacional
Pareciera que tiene que suceder algún hecho desafortunado, que conlleve riesgo de muerte de alguien conocido, para que se tengan en cuenta las críticas que desde las distintas trincheras de la militancia se realizan a este modelo estético monocromático. Como el caso de Silvina Luna, la actriz rosarina que está a la espera de un trasplante de riñón producto de una mala praxis por una cirugía estética, realizada por Aníbal Lotocki.
La modelo y actriz rosarina Silvina Luna, en terapia intensiva y con respirador
Belleza uniforme
Son muchos las y los autores que han realizado teorizaciones sobre la belleza, y la mayoría concuerda en la dificultad en su definición. No es estática ni atemporal, depende de un contexto, de la cultura, y demás variables. Sin embargo, en estos últimos tiempos, se ha sabido instalar un ideal de belleza pretendidamente totalizante, que niega las diversidades, caprichosamente inalcanzable y por lo tanto híper funcional al capitalismo actual. A este respecto, es interesante el concepto de violencia estética que, en esencia, gira en torno a la imposición de estándares de belleza inalcanzables. La escritora venezolana Esther Pineda, sostiene que la misma se fundamenta sobre la base de cuatro premisas: el sexismo, la gerontofobia, el racismo y la gordofobia, por lo cual siempre le va a exigir a las mujeres feminidad, juventud, blanquitud y delgadez; le hace creer a las mujeres que son ellas y sus cuerpos los que están mal, haciéndolas sentir culpables, haciéndoles sentir vergüenza, diciéndoles que solo hay unos cuerpos válidos y bellos y que para acercarse a esa belleza y valoración social deben modificar sus cuerpos.
Preguntas
¿Cuál es el precio que estamos dispuestos/as a pagar para parecer lindos?, ¿hay un privilegio de quienes son considerados bellos por sobre los que no? a esta altura, ¿podemos seguir negando las consecuencias que genera adecuarse a estándares quiméricos?, ¿qué sucede con las personas que no son conocidas?, ¿cómo repercute este sistema en las juventudes, en las infancias?, ¿quién las resguarda y protege?, en definitiva, ¿cómo aceptarse cuando todo un sistema te dice que estas mal?, ¿Quién tiene esa autoestima, quién tiene esa seguridad?. Las expectativas externas y propias, generadas desde el bombardeo mediático y social, ponen una vara lejana y obsesiva, que reflota la inseguridad. El espejo se vuelve cómplice violento de la fisonomía que no responde a lo esperado, el impacto da de lleno en la salud física, mental, emocional. Las mutilaciones corporales en pro de responder a un aplauso momentáneo o a miles de likes de desconocidos, sólo alimentan una autoestima ilusoria, que depende únicamente de la mirada externa. La violencia estética tiene un impacto devastador e invisible, por ello es necesario poner en debate estas problemáticas, para contribuir a una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad.
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*Licenciada en Ciencia Política (UNR), militante por la diversidad corporal, anticapacitista, docente de Problemáticas de la Discapacidad, Sociología de la Discapacidad, y de Metodologías en la UGR, trabajadora en la Secretaría de DDHH de la UNR. Columna de opinión “Cuerpas mutantes”. Miembro fundacional de IG: @alicya.para.iberoamerica (Asociación por la liberación corporal y alimentaria para Iberoamérica). IG: romina.sarti