Roberto Sensini alcanzó 63 puntos en una temporada integrada por dos torneos cortos, Apertura y Clausura, y con eso se convirtió en técnico récord superando por dos puntos a los alcanzado por Mario Zanabria en la temporada 96/97. Los números suelen dominar el destino de las instituciones y los técnicos, sin embargo no manejan el corazón de los hinchas.
Pasa que los «casi» logros de Sensini fueron deteriorando el vínculo afectivo con los hinchas menos racionales. Aquellos que viven por los triunfos y no entienden razones. Nadie debiera estar en desacuerdo con la campaña de Sensini al frente de Newell’s. Desde su notable paso como jugador de fútbol en la institución del Parque y en Italia, pasando por la selección nacional, a un presente como técnico que consigue buenos resultados pero no emociona.
Un punto a favor de la causa es el pensamiento de los directivos que actúan como tal y no se dejan llevar por el fervor de la gente que suele cargar contra el técnico y su aparente falta de carácter. Es que Roberto mantiene su perfil bajo, respetuoso, inexpresivo, siempre atento y lejos de eufemismos propios del fútbol. Con la cadena bien lubricada y en su lugar nunca se expone a contratiempos emocionales. Y la gente, es bueno recordarlo, compra cualquier artista, cosa que se aleja del perfil de Sensini.
¿Cuáles son sus culpas?. Culpas, ninguna. Pero haber perdido el torneo Apertura 09, con Banfield, fue un golpe duro. Es que inesperadamente llegó a la posición de pelea, y dos derrotas en casa ante Arsenal y San Lorenzo lo dejaron sin nada. Y así Newell’s fue «casi» campeón, y a Roberto lo salpicó la escasez de audacia que suele acompañarlo.
Pero su peor mal está centrado en los clásicos. Jugó tres desde el banco rojinegro, no ganó ninguno, y tampoco perdió. Pero lo primero es mucho más fuerte. Siempre llegó con ventajas notables al toparse con uno de los peores momentos futbolísticos de la historia de Central. Es posible que haya merecido ganar los tres, pero no ganó ninguno. Y en todos quedaron la sensación de que no se animó a más. Su estilo consevador lo llevó a ser discutido por muchos.
Los triunfos están, los puntos también. Pero no conmueve jamás. Se puede aplicar el término «perdedor» al técnico que más puntos juntó en una temporada regular cuando, ya alcanzado el récord, le quedan nueve puntos para engrosarlo. Parece una osadía. Pero, a favor de los más críticos sigue coleccionando sus tradicionales «casi». «Casi» campeón, «Casi» gana el repechaje y «casi» le gana tres clásicos a Central. Ese es su karma.