En el marco de la gira del “Sí se puede”, el presidente Mauricio Macri visitó este jueves las localidades de Reconquista (Santa Fe) y Roque Sáenz Peña (Chaco) donde se refirió al crecimiento de la inflación y volvió a atacar a la oposición. A solo 10 días de las elecciones, y con todas las encuestas en contra, Macri gasta sus últimos cartuchos en busca de descontar la distancia que le sacó Alberto Fernández en las primarias y con el difícil objetivo de forzar un balotaje.
En diálogo con FM 104.7 de Resistencia, el presidente dijo que el país es como un “alcohólico recurrente con la inflación”. Fue apenas unas horas después de que el Indec informara que la inflación de septiembre alcanzó el 5,9%, el índice más alto en el último año. El crecimiento interanual de los precios es del 53,5%: más del doble respecto del momento de su asunción.
La curiosa comparación de Macri fue en respuesta a la consulta sobre una eventual dolarización de la economía nacional como salida a la crisis de la inflación. En ese sentido, el primer mandatario negó que esté en sus planes dolarizar la economía pero a la vez culpó a los argentinos en su conjunto por “la incapacidad de tener una moneda sana”.
“Dolarizar la economía nos generaría muchas rigideces, mucha incapacidad de tener una política económica sana a la luz de lo que nos pasó; entiendo que algunos piensen que es una alternativa, porque hemos sido como un alcohólico recurrente con la inflación”, fue la definición completa del presidente.
“Nos sacamos la inflación con la convertibilidad y después volvimos. En toda la etapa del kirchnerismo la inflación fue aumentando y nosotros la empezamos a bajar”, sostuvo Macri desconociendo que en el primer año de su mandato superó el 40% anual, casi el doble de lo que medían las consultoras privadas durante el gobierno anterior. El mandatario agregó que la crisis económica de 2018 y “el déficit que no habíamos podido bajar por falta de consenso” fue lo que generó una nueva estampida de precios y entonces “volvimos al mismo lugar”.
En la provincia de Chaco, Macri encabezó un acto con dirigentes locales en Roque Sáenz Peña. Allí habló de la crisis económica una vez más en tono optimista: “Lo que no pudimos todavía, lo vamos a poder, pero démonos la oportunidad”, les pidió sus simpatizantes.
“Tenemos que trabajar para que la estabilidad macroeconómica sea algo que podamos disfrutar los argentinos”, insistió. Y dijo que uno de los objetivos de su gestión es “bajar el riego país, pasada esta incertidumbre política que arrancó hace ya más de un año”. El riesgo país, por encima de los 2000 puntos, es otro de los indicadores que aumentó con Macri.
En el tramo final de su discurso, el presidente imploró por el voto al oficialismo: “Démonos el tiempo para lograrlo juntos, logramos resolver problemas que arrastrábamos hace décadas y que parecían imposibles, lo logramos con hechos concretos, no con sanata”.
Sin colectivos
Antes, en Reconquista, Macri había encabezado otro acto de campaña junto al primer candidato a diputado nacional por Santa Fe, Federico Angelini. Allí volvió a atacar al kirchnerismo al hacerse eco de los planteos de los medios hegemónicos sobre la Comisión de la Verdad que lidera el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel: “Como creen equivocadamente que ya ganaron, empezaron a perseguir periodistas”, tiró el mandatario. “Lamentablemente no cambian más, son así”.
En la ciudad cabecera del departamento General Obligado, el presidente hizo un llamado a sus seguidores a que se sumen a fiscalizar las elecciones del 27 de octubre y que salgan a “convencer a otros” de las propuestas de Juntos por el Cambio para “defender lo que creemos en las redes, sin agresión pero con convicción”.
“¿Dónde están los colectivos? No veo a los colectivos”, chicaneó de entrada Macri, haciendo referencia a las movilizaciones masivas del peronismo. “Estamos acá por nuestro futuro y porque nos unen muchas cosas, nos une querer cuidar nuestra democracia, la honestidad, amar y querer vivir en libertad, nos une querer dejarle un futuro mejor a nuestros chicos. Nos une nunca bajar los brazos, creer que se puede estar mejor», agregó.
En otro tramo de su discurso, el presidente llamó a sus manifestantes para que toda su energía se transforme en “una votación que exprese el amor que tenemos por nuestro país y el orgullo de ser argentinos” porque, según advirtió, está en juego no sólo una elección sino “dar vuelta la historia de este país”.
Además, volvió a referirse al debate del pasado domingo en el cual su principal rival, Alberto Fernández, le apuntó sus errores con el índice de su mano derecha al aire. En ese sentido, Macri pidió “que nos respeten, que nadie venga con un dedito a decir lo que tenemos que hacer, que nadie se crea que son los dueños del poder”.
Fue allí que advirtió, en referencia a la comisión que investiga en la provincia de Buenos Aires el espionaje ilegal del falso abogado Marcelo D’Alessio, que los líderes del kirchnerismo “como creen que ya ganaron, empezaron a perseguir a los periodistas”.
Además del acto en Reconquista, Macri visitó el Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades (Nido) del barrio Cooperación Sector Norte, que abrió sus puertas en 2018 y forma parte de un plan de hábitat para beneficio de 650 familias del municipio santafesino de Avellaneda, también en el departamento General Obligado.
Durante sus recorridas, el presidente estuvo acompañado por su esposa Juliana Awada, el secretario general de la Presidencia Fernando de Andreis, el intendente de Avellaneda Dionisio Scarpín y el presidente del PRO santafesino y primer candidato a diputado por Juntos por el Cambio Federico Angelini.
