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El investigador Abel Basti asegura que Hitler murió en Argentina

El libro “El exilio de Hitler” del periodista e investigador argentino Abel Basti presenta documentación inédita que demuestra que Adolf Hitler se refugió en Argentina y que existió un plan de fuga, preparado por los nazis, así como un acuerdo militar entre  los alemanes y los norteamericanos, realizado antes que cayera Berlín en manos de las tropas soviéticas.

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«El exilio del Hitler», el último libro publicado por el periodista argentino Abel Basti es un trabajo de investigación tras los pasos de Adolf Hitler, desde sus últimos días en el búnker de Berlín hasta su llegada a Argentina en 1945. El impecable documento presenta datos que demuestran que existió un plan de fuga, preparado por los nazis, así como un acuerdo militar entre los alemanes y los norteamericanos, realizado antes que cayera Berlín en manos de las tropas soviéticas. Mediante ese pacto se posibilitó el escape de jerarcas alemanes incluyendo al Führer y su esposa hacia nuestro país, Eva Braun. La investigación -que sorprende por su contundencia-  incluye testimonios europeos y argentinos. Esta obra es complementaria de «Hitler en Argentina», del mismo autor.

Además, Basti revela que el genocida Adolf Hitler, junto a Eva Braun y su mesnada criminal, llegó a Barcelona en las últimas horas del día 26 o primeras del 27 de abril de 1945.

En una entrevista concedida al diario ABC de Sevilla, Basti asegura que el führer antes de partir para Argentina estuvo varios días en España, en Barcelona. “Existen tres documentos del servicio secreto alemán, que dan cuenta de que llegó a Barcelona, procedente de un vuelo de Austria. El FBI indica que «el Ejército de los Estados Unidos está gastando la mayor parte de sus esfuerzos en localizar a Hitler en España». Y un tercero del servicio secreto inglés, que habla de un convoy de submarinos con los jerarcas nazi y oro saliendo con rumbo a Argentina, haciendo una escala en las islas Canarias”, comentó el periodista y escritor argentino.

Consultado sobre un supuesto viaje de Hitler desde Austria hasta Barcelona el 26 de abril de 1945, el periodista respondió: “Fue una comunicación oficial secreta con copias al piloto Werner Baumbach, que emigró a Argentina y trajo consigo su copia. Baumbach, junto a otros conocidos pilotos nazis. Hitler se cortó el pelo, al ras, casi pelado. Y se afeitó el bigote. Con esto fue suficiente como para pasar desapercibido; además, claro está, no se movía abiertamente en público. El corte de su bigote dejó al descubierto una cicatriz que tenía sobre el labio superior, que no era conocido por la gente común.

Basti desestimó la versión de un supuesto suicidio de Hitler junto a su amante Eva Braun, el 30 de abril de 1945 en un búnker de Berlín: “Nunca hubo pruebas de esa muerte. No hay pericias criminalísticas que demuestren el suicido. El Estado alemán dio por muerto a Hitler casi once años después, en 1956, por presunción de fallecimiento. O sea que, legalmente, para Alemania, Hitler estaba vivo después de 1945. No sólo vivo, sino que además no era un hombre condenado por la justicia; no había orden de captura, ni proceso judicial en su contra. Mientras Hitler se encontraba en España, en el búnker se representaba una gran farsa, cuyo actor principal fue uno de los dobles de Hitler. Durante las últimas horas, el doble fue drogado y preparado para que representara el acto final”.

Sobre la huida del Führer a nuestro país, Basti contó: “Llegó a Argentina con 56 años, vivió como un prófugo. Con identidad falsa y tratando de pasar lo más desapercibido posible. En los primeros años vivió en una estancia cercana a Bariloche, luego en otras partes del país, ya que cambió de residencia en más de una oportunidad. Siempre lo acompañaron dos guardaespaldas, a veces tres. Su actividad política se limitó a algunas reuniones con viejos camaradas y con algunos militares argentinos. Hitler murió en Argentina en los años sesenta; Eva Braun -más joven que él- sobrevivió”.

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