Las maestras no lo pueden creer. Finalmente, después de cinco años de largos trámites, el Ministerio de Educación de la provincia autorizó que el Jardín de Infantes Nº 148, ubicado en Bolonia 4793, en el corazón del barrio 25 de Mayo de la zona sur, tenga nombre: Alta en el Cielo. Hoy en la canchita lindera al Jardín se realizará el acto con el que se festejaran los veinticinco años de la institución donde los chicos, junto a sus padres, la comunidad educativa y vecinos, llevarán tramos de la bandera de Julio Vacaflor por el barrio.
“Quisimos que el Jardín se llamara Alta en el Cielo porque adherimos desde un primer momento al proyecto que Vacaflor comenzó en el ‘99, cuando en momentos difíciles del país la tela celeste y blanca sirvió para unirnos. Este Jardín es un lugar de integración, de unión, de trabajo en equipo, donde el grupo es lo que importa”, dice emocionada su vicedirectora, Andrea Parnisari, mientra ultima los detalles del festejo de hoy.
Vacaflor, obviamente invitado a las celebraciones, señaló que lo “sorprendieron gratamente” con el final feliz de la iniciativa.
“Hace rato que estaban detrás del nombre y lo festejan; es un logro de ellas. Nosotros vamos a llevar un retazo y lo vamos a unir allí, en el Jardín, con los chicos. Para ellos es un cielo hecho bandera”, completó.
El Jardín está ubicado junto a la Vecinal 25 de Mayo, en la esquina de Bolonia y Fragata Sarmiento, en “un barrio humilde, con gente de trabajo, que pelea cada día para que sus chiquitos estén bien”, apunta Parnisari, quien junto a otras diez maestras brinda la copa de leche para los 190 chicos que asisten a la institución.
La tela une
Las maestras coinciden en que siguieron la premisa lanzada por Vacaflor: “La gente une a la tela, la tela une a la gente”.
“Las acciones realizadas tomaron un rumbo particular: los niños resignificaron el valor de este trascendental símbolo patrio. Esta bandera construida por toda la comunidad rosarina iba adquiriendo nuevas dimensiones año tras año. Los niños participaron con mucha alegría y emoción de cada acto del 20 de Junio, paseando con esta bandera, orgullosos, felices, plenos”, comentan, felices.
Parnisari subraya que el Jardín 148 comenzó a funcionar en 1989.
“Desde entonces fue nuestro anhelo pensar en la posibilidad de identificarnos con un nombre que perdurara, que identificara a las generaciones que fueron dejando huella en su paso por nuestra escuela. De esta forma sería posible generar un sentimiento de pertenencia, de identidad colectiva”, explican.
Por cuestiones burocráticas, porque el Jardín estaba en comodato en terrenos municipales, hubo que esperar que pasara a la provincia. Durante veinticinco años el Jardín fue el Nº 148, pero sin nombre, y el fenómeno de adhesión que generó el proyecto Alta en el Cielo movilizó a las docentes ante el Ministerio de Educación para obtener esa identidad.
“¡No sabés lo que fue cuando nos llegó el cartel con el nombre impreso! Llorábamos”, resume Andrea.
La celebración
Los festejos comenzarán a las 10, en la canchita lindera “porque nuestro patio es chico para que puedan venir todos”, indica la directiva. Según el programa preparado, después de recorrer el barrio con la bandera se cantará el Himno Nacional y los chicos participarán de obras de teatro, canciones y un concierto didáctico.
La obra solidaria
Cultor del perfil bajo y pudoroso por la invitación recibida, Julio Vacaflor destaca lo que es capaz de lograr una sociedad cuando se une en un objetivo común. “Fue un orgullo y un compromiso la unión de los sectores. Nadie estuvo obligado, pero todos tuvieron derecho a hacerlo. De los 130 metros logrados el primer año y los más de 18.000 de hoy confirman un sueño nacional y validan la teoría de que para hacer una gran bandera se necesita del otro. Para hacer una gran Nación, también”, sentencia.