El titular del Juzgado Federal 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, enfrenta un sumario donde se lo investiga por omitir o negar medidas probatorias solicitadas en una investigación que tenía como protagonista al capo narco Esteban Lindor Alvarado, hoy condenado a prisión perpetua por la Justicia provincial.
El planteo se hizo en el debate que tuvo sentado en el banquillo al “Esteban” como se lo conoce en 2022. Allí los fiscales Matías Edery, Luis Schiappa Pietra y la entonces fiscal Regional de Rosario Interina María Eugenia Iribarren –hoy el primero y esta funcionaria se encuentran suspendidos en sus funciones– presentaron una denuncia en el Consejo de la Magistratura de Nación por la actuación del magistrado federal ante al pedido de medidas probatorias, entre ellas la negativa a intervenciones telefónicas.
La denuncia tomó estado público cuando los fiscales, en el alegato final del juicio que tuvo a Alvarado como uno de los principales acusados, entre otros hechos por homicidio y por encabezar una compleja asociación ilícita mixta, dijeron que ya en 2012 se lo había investigado como jefe de una banda dedicada al robo de autos en Buenos Aires donde terminó condenado en el fuero federal.
En ese entonces había algunos indicios de estar vinculado a una organización que se dedicaba a la venta de estupefacientes dijeron.
A lo que sumaron la falta de acción respecto a investigaciones en trámite ante el pedido de medidas probatorias, puntualmente en base a un testimonio de un uniformado que destacó que le negó al menos tres intervenciones telefónicas.
Tras dos años de la presentación, el Consejo resolvió abrir un sumario disciplinario.