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El juez rosarino Alejandro Martín fue destituido de su cargo

La determinación contra el juez de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la 17ª Nominación es por falta de aptitud esencial para el ejercicio de su función e incumplimiento reiterado de obligaciones. Se encontraba suspendido desde noviembre pasado, sospechado de participar en una estafa al Banco Municipal.

martin-dentroEl juez de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la 17ª Nominación, Alejandro Pedro Martín, fue destituido esta mañana por falta de aptitud esencial para el ejercicio de su función e incumplimiento reiterado de las obligaciones a su cargo. Se encontraba suspendido provisionalmente desde fines de noviembre pasado, sospechado de haber participado en una estafa al Banco Municipal de Rosario con depósitos judiciales.

La determinación fue tomada al considerar que la conducta del magistrado se encuentra encuadrada en la ley 7.050, que expresa “ignorancia manifiesta del Derecho o carencia de alguna otra aptitud esencial para el ejercicio de la función judicial, reiteradamente demostrada” e “incumplimiento reiterado de las obligaciones del cargo impuestas por la Constitución, leyes o reglamentos, acordadas o resoluciones judiciales, o infracción de sus normas prohibitivas”.

Martín se encontraba suspendido provisionalmente de sus funciones desde fines de noviembre pasado, acusado de asociación ilícita, estafas reiteradas, defraudación y falsedad ideológica, entre otros delitos, por apropiación de dinero que se encontraba “congelado” en cuentas judiciales en el Banco Municipal. En el pasado mes de febrero había sido sometido a jury.

Entre los otros acusados se encuentran el martillero Oscar Kovalevski, detenido y procesado, el secretario Ricardo Lavaca, también procesado, y los abogados rosarinos Luciano García Montaño y Jorge Heter, quienes fueron condenados a tres años de prisión y fueron suspendidos temporalmente de sus cargos a través de un juicio abreviado. El monto de las presuntas maniobras investigadas asciende en principio a un millón de pesos, pero se sospecha que puede ser mucho mayor.

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