No faltó nadie. Rosario vibró al ritmo de Las Leonas. Desde muy temprano los amantes del hockey se dieron cita en el Parque habitacional Ludueña para no perderse detalles del Mundial Rosario 2010.
El estadio mundialista fue cambiando su fisonomía minuto a minuto, ya que en el primer partido entre China y Corea era poco el movimiento, pero para el segundo juego entre España-Inglaterra, el marco era otro.
Los alrededores comenzaron a poblarse, la gente, en su mayoría chicas, llegaban con la camiseta de Las Leonas puesta. Algunas con el número ocho en la espalda (el número de Luciana Aymar) y otras con la ropa de sus clubes (Jockey, Gimnasia o Plaza por ejemplo). Más tarde, colectivos con delegaciones de Pilar, Venado Tuerto, Bahía Blanca, Córdoba y hasta de la ciudad de Montevideo, Uruguay, arribaron a la cancha para vivir este evento único.
Así, las tribunas se fueron llenando y a medida que el encuentro entre inglesas y españolas transcurría, la ansiedad en los simpatizantes iba en aumento. Por eso, para matizar la espera, comenzaron a bajar los primeros cantitos de la jornada.
El típico “Vamos, vamos Argentina”, bien futbolero, acompañó los últimos instantes previos al gran debut de Las Leonas.
Finalmente, cuando puntualmente a las 19.30 apareció la figura de la rosarina Aymar encabezando la formación de la selección, el estadio estalló.
Doce mil almas enfundadas con los colores celestes y blancos recibieron a este grupo de chicas para profesarle toda su admiración y darles fuerza para que juntos, puedan conseguir el tan ansiado título mundial.