La militancia rosarina contra el ecocidio dio el presente en la segunda audiencia del Juicio Ético y Popular a los Ecocidas, con la concurrencia de centenares de personas, en la ladera del río, donde denunciaron públicamente a los actores que, según las organizaciones ambientalistas, tienen responsabilidad en la expansión de un modelo extractivista y contaminante que impera en nuestro país. El encuentro se llevó adelante en la víspera de la Marcha Plurinacional de los Barbijos y del Día Mundial del Ambiente, con un acto público acompañado por artesanos, expresiones artísticas y banderas contra la destrucción de los ecosistemas.
El Juicio tuvo lugar en el cruce del bulevar Oroño y el río desde las 15, momento en que empezaron a llegar las diferentes organizaciones socioambientales, feministas y de derechos humanos que dieron cuerpo a la convocatoria, bajo la consigna “Los pueblos tienen la palabra en defensa de los cuerpos y territorios”.
El movimiento tiene origen en marzo tras la primera audiencia de esta propuesta político pedagógica, organizada por diferentes organizaciones socioambientales, políticas, populares, feministas, asambleas y comunidades que se aunaron para debatir sobre los verdaderos responsables de lo que definen como “situación crítica que denominamos como ecocidio” y enjuiciar a los protagonistas de los procesos industriales, productivos y gubernamentales más lesivos contra el ambiente. Desde la autodenominada querella, indican que las prácticas extractivistas se han profundizado en las últimas décadas “de tal manera que ya no es posible dejar que esto siga sucediendo”, recuperando la historia de los movimientos previos que llevaron la bandera de la lucha por un planeta más sano.
Los ejes centrales de la propuesta fueron, por un lado, la identificación de los impactos específicos del ecocidio sobre los cuerpos de las mujeres e identidades disidentes, feminizadas y disidentes. Por otro lado, el otro eje fundamental abordó la criminalización, persecución y hostigamiento sufrida por los defensores de los territorios.
La actividad tiene la particularidad de estar llevándose a cabo en diferentes puntos del país, algunos de ellos icónicos debido a las luchas que los diferentes colectivos ambientalistas han protagonizado, como por ejemplo Catamarca, Mar del Plata, Córdoba, desarrollando este juicio simbólico, “en donde las voces populares tratan de hacer justicia”. Así lo marca Martín Montiel, integrante del colectivo de organizaciones socioambientales que llevó adelante el Juicio. “Este es un juicio ético popular, es decir otro modo de realizar justicia, que no deviene de la justicia actual que tiene el formato de la colonia española, sino en donde las voces populares tratan de hacer justicia, en este caso socioambiental”.
Montiel define la figura juzgada al decir que “todos los extractivismos que vemos que se están llevando adelante a lo largo del territorio de nuestro país lo único que están logrando es un fuerte empobrecimiento de la economía general y un fuerte envenenamiento de la salud pública general” y agrega que “vemos que se sostiene un modelo que ya ha fracasado, porque lo observamos en la realidad concreta de nuestro país”.
En esta audiencia, denunciaron las quemas de los Humedales dentro del territorio frente la ciudad de Rosario y zonas aledañas a la costa del Paraná, definiéndolas como intencionales y “como una parte de las políticas extractivistas e impulsadas por diversos actores ecocidas en complicidad con los sucesivos gobiernos de turno y en sus distintos niveles” refiriéndose a los tres Estados, desde los cuales, señalaron en el documento leído hacia el cierre del acto, se sostiene “la misma estructura del sistema capitalista, colonialista y patriarcal del que forman parte”.
Desde el colectivo socioambiental Amaranto, cuyas representantes participaron de la lectura, sostienen que “los humedales son vitales para la supervivencia en todo el planeta” siendo que ocupan entre el 4 y el 6 por ciento de la superficie terrestre, “pero a pesar de ello, son considerados muy importantes globalmente” ya que suponen “cunas de diversidad biológica, fuentes de agua dulce y productividad primaria de las innumerables especies vegetales y animales que los necesitan para subsistir”, mitigando el cambio climático mundial y controlando, además, las crecidas y los niveles de agua en los ríos y afluentes.
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Marcha Plurinacional de los Barbijos
En el evento se convocó a los presentes y al público en general a la Marcha Plurinacional de los Barbijos, la cual tendrá lugar mañana domingo 5 de junio, Día Mundial del Ambiente, comenzando la propuesta con una “Feriaza Soberana” frente Oroño y el río Paraná, donde se pondrán a la venta artículos de productores y editores independientes desde las 10 de la mañana y se realizarán intervenciones artísticas y talleres, para luego comenzar a marchar desde allí hasta el Monumento a la Bandera bajo la consigna “La Salud No Se Negocia”.
«Las comunidades defensoras de la vida, nos oponemos a que nuestro país y la región sigan siendo elegidas como zonas de sacrificio» rezan los volantes que fueron repartidos en la simbólica audiencia, y aclara que la marcha es realizada «Para detener el avance ecocida y genocida de los extractivismos, debemos seguir tejiendo redes entre organizaciones, asambleas y personas independientes, que luchan todos los días en defensa de los territorios».
«Nos encontramos, para abrazarnos, visibilizar todos los conflictos socioambientales de cada rincón del país, denunciar a las/los responsables de tanta devastación (corporaciones y gobiernos), y compartir las diversas experiencias y propuestas que demuestran la posibilidad concreta de modos de producción sin vulnerar los derechos de la naturaleza y en defensa de los derechos humanos» dice el panfleto de la convocatoria que tendrá lugar mañana desde la explanada de Oroño y el río. Sobre el final, se procederá a la lectura de un documento elaborado por todas las organizaciones socioambientales de toda la región.
