El Kuelgue pasó este sábado por el Teatro Vorterix (Salta 3519) de Rosario con entradas agotadas. Durante casi dos horas hizo un repaso por 23 canciones de sus tres discos ante un público eufórico y joven. La banda llegó a la ciudad después de llenar tres Konex en Buenos Aires y reafirmar que está en notable ascenso.
El show empezó con “Circunvalación” de Ruli, el segundo disco de El Kuelgue que salió en 2013. Ya desde el comienzo el público hizo notar que iba a ser una noche en la que cantaría a viva voz todos los temas. La banda porteña liderada por el músico y actor Julián Kartún está integrada también por Santiago Martínez en voz y teclado, Juan Martín Mojoli en bajo, Nicolás Morone en guitarra, Pablo Vidal en saxo y Tomás Baillie en batería.
Kartún sostiene el espectáculo con su carisma e histrionismo y para hacerlo es fundamental la complicidad de Santiago Martínez, que desde un personaje más serio y malhumorado es el pivot de su compañero.
Los fans disfrutaron de un espectáculo que transcurrió entre el baile y la calma que proponen las canciones. A mitad del show llegó el momento acústico que empezó con “Wonderboy”, del primer disco Beatriz lanzado en 2012 y siguió con “Salidera” y “Paradise”. Después de la calma, llegó la batucada y “Bossa and People”, uno de los hits más escuchados de la banda.
El Kuelgue es una banda desprejuiciada en la que conviven distintos estilos musicales. Las letras muestran un universo de la vida cotidiana y de los consumos culturales de una generación joven atravesada por la coyuntura. Y en ese vivir en coyunturas no faltó el momento del show que se repite en las últimas semanas en espectáculos públicos de todo el país. Alcanzó un silencio para que el hit del verano “MMLPQTP” sea cantado por todos y todas. Y llegó con la aclaración de Santiago Martínez de que es hora de no atribuirle a las trabajadoras sexuales la maternidad del presidente y empezar a cambiar la forma de insultar.
Tras el cántico llegó también el pedido de la banda de despenalización del aborto en Argentina con el pañuelo verde en las manos de Kartún. El reclamo fue acompañado por la celebración del públicos.