El Laboratorio Industrial Farmacéutico de Santa Fe (LIF), de gestión pública, ya produjo 5.200 litros de alcohol en gel y hace honor a su función social: el costo al que se lo entrega a la Dirección de Farmacias es de 180 pesos el litro. El promedio al que se vende en los comercios, o el «precio de mercado», es de 800 pesos. La elaboración por parte del Estado sale la cuarta parte. Es la diferencia entre la salud como derecho y como negocio.
El director del LIF –una Sociedad del Estado–, Esteban Robaina, fue quien informó en diálogo con la radio LT9 el costo de producción del insumo tan requerido como barrera de prevención de contagios del covid-19. Entre materia prima y mano de obra, al laboratorio le sale 180 pesos cada litro de alcohol en gel que elabora cumpliendo todas las normas que fija el Anmat, organismo nacional que certificó el proceso. En el mercado, comparó el funcionario, no se consigue a menos de 800 pesos el litro.
El LIF inició la producción de alcohol en gel hace tres semanas. Para ello, tuvo que adecuar sus instalaciones en la capital provincial, tanto en lo que refiere a la elaboración como al envasado. En paralelo con la nueva línea abierta por imperio de la pandemia, continúa con la elaboración de los medicamentos esenciales para los centros de salud de Santa Fe.
Robaina recordó que ya se produjeron “5.200 litros fraccionados en envases de un litro, medio litro y 120 mililitros”.
El laboratorio de la provincia produjo más de 5 mil litros de alcohol en gel
El director del LIF aclaró que la producción es entregada a la Dirección de Farmacia de la provincia, que luego distribuye el insumo en hospitales y centros de salud. Y aclaró que el laboratorio público no le vende a privados, sólo atiende las necesidades del sistema de salud público con criterios no comerciales.
“En el LIF nunca se produjo alcohol en gel. Cuando empezamos con esta crisis, hubo muchos pedidos. Por eso, hace tres semanas pusimos en marcha esta estructuración. Tuvimos que adecuar instalaciones dentro del laboratorio para cumplir con las reglamentaciones y obtener la autorización de la Dirección de Farmacia de la provincia”, explicó Robaina.
“En tres semanas logramos la habilitación y la adecuación de esta otra línea de producción», se entusiasmó el director del laboratorio público.