Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball, uno de los cómics japoneses más influyentes y de mayor circulación de todos los tiempos, murió a los 68 años de edad, informaron el estudio Bird y Capsule Corporation Tokyosu en un comunicado conjunto este viernes. El dibujante sufrió un hematoma subdural agudo, un tipo de hemorragia cerebral, que le causó la muerte a los 68 años el pasado 1° de marzo, pero sólo su familia y unas pocas amistades fueron informadas y asistieron a su funeral.
La serie impresa de Dragon Ball se inauguró en 1984. Sigue las aventuras de un niño llamado Son Goku en su búsqueda de unas esferas mágicas que pueden defender a la Tierra de unos humanoides alienígenas conocidos como los saiyajin.
El universo de Dragon Ball aún es uno de los mayores éxitos mundiales de Japón, cautivando a muchos adolescentes y adultos amantes del manga de todo el mundo.
Toriyama nació el 5 de abril de 1955 en la ciudad de Kiyosu, prefectura de Aichi, y comenzó a dibujar manga a los 23 años. Debutó como dibujante en 1978 con el envío de una historia corta a la revista para aficionados al manga «Weekly Shonen Jump».
Su serie «Dragon Ball» empezó a aparecer en la misma publicación en 1984 y fue el centro de una carrera creativa de más de cuatro décadas. La franquicia se basa en la novela clásica china «Viaje al Oeste» y a partir de su éxito gráfico fue adaptada al animé y a la película de acción de Hollywood de 2009 «Dragon Ball Evolution».
«Siempre me ha gustado dibujar», le dijo hace unos años al sitio web Stormpages. «Cuando era pequeño, no teníamos tantas formas de entretenimiento como las que hay hoy, así que todos dibujábamos. En la primaria, todos estábamos dibujando mangas o personajes animados y mostrándolos entre nosotros», agregó entonces.
En sus inicios, Toriyama estuvo particularmente inspirado por la original película animada «101 dálmatas» de Walt Disney. El creador de Dragon Ball se autoproclamó gran seguidor de esos filmes en su niñez, y también de los westerns (que en su adolescencia llegaban a su máxima expresión con Sergio Leone), la ciencia ficción (hizo muchos guiños a Star Wars en sus historias) y la acción, desde Bruce Lee y Jackie Chan hasta Aliens, de James Cameron.
Dr. Slump, el primero
La primera prueba del éxito de Akira Toriyama en el mundo del manga llegó en 1980 con Dr. Slump, que contaba la historia de una niña androide tan bien fabricada que todos pensaban que era una niña real con superpoderes. Allí aparecieron los primeros animales antropomórficos, androides y mundos futuristas que luego darían a Dragon Ball su estilo único.
Esta primera saga siguió hasta 1984 y luego fue adaptada a la televisión. Para su siguiente proyecto, Toriyama dijo que contó con la ayuda de su esposa, quien tenía un gran conocimiento de los cuentos tradicionales chinos. Uno en específico, «El rey mono», le llamó la atención.
El manga original de Dragon Ball se inspiró en muchas fuentes, incluyendo la comedia de Jackie Chan de 1978 «El maestro borracho», en la que un joven malcriado aprende de su tío la complicada forma de arte marcial del «mono borracho». También adaptó los poderes del rey mono a su personaje principal, incluyendo la habilidad de «surfear» las nubes.
Cuando Toriyama dejó de escribir Dragon Ball Z, la mucho más exitosa secuela de Dragon Ball, en 1996, había escrito casi 9.000 páginas en total sobre las aventuras de Goku y sus amigos.
La saga original se adaptó en una exitosa serie de televisión de 156 episodios, que se vieron a nivel mundial gracias a la participación del estudio Toei Animation en el proyecto. Y continuó con un más ambicioso plan que derivó en un total 291 episodios de la secuela, que se transmitieron en al menos 81 países. Suman 24 las películas de Dragon Ball y hay casi medio centenar de videojuegos basados en los personajes que creó Toriyama.
En 2001, el año en el que Dragon Ball Z fue la serie más vista en el canal estadounidense de dibujos animados Cartoon Network, el buscador web Lycos reveló que «Dragonball» había encabezado su lista de los términos más buscados del año, superando incluso a Britney Spears.
Dragon Ball, además, fue la puerta de entrada para miles de artistas, fanáticos y escritores al mundo del manga y el animé.