“No hay rosarino más rosarino que Messi”, dice Pablo Mercado, arquitecto de la ciudad e investigador de la historia urbana. Mercado se refiere a Messi porque el astro del fútbol compró no uno, sino cuatro departamentos en la ciudad. Derrumbó paredes e hizo un piso exclusivo. ¿Necesitaba los metros cuadrados?, ¿Cómo vive el rosarino que habita la ciudad?, ¿Cómo son las nuevas construcciones de casas y edificios en la ciudad?, ¿Hay un estilo? Estos son algunos de los interrogantes planteados y respondidos en una charla con Pablo Mercado, miembro de Ohache (Asociación Civil sin fines de lucro que realiza Open House Rosario, Rosario ilumina y Rosario camina desde 2018).
Mercado también integra la Comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos Distrito 2 desde 1998. Realiza recorridos de Arquitectura para grupos como Fotografía y Estampas del Rosario Antiguo, Basta de Demoliciones y Rosario Secreta. Participó de publicaciones como Guía de arquitectura de Rosario, editada por la Junta de Andalucía y UNR en 2002, Le Monnier, arquitectura francesa en la Argentina, Arquitectos Españoles en Argentina, Casas Blancas una propuesta alternativa, editado por Cedodal.
Para Mercado, no cabe hablar de estilo en el presente, y eso tiene lógica. “Estilo es pensar desde el futuro lo que pasó en el pasado, lo que hacemos hoy no lo sabemos, van a hablar de esto en 10 años. Más que un estilo, yo hablaría de lenguaje. Hay ciertos elementos como palabras que aparecen: cocheras y amenities por ejemplo. Hoy existe una altura para poder habitar, en las casas chorizos era de cuatro metros, hoy entrás a un espacio y necesitás salir al balcón porque los techos son bajos”, describió.
Y se pregunta, entonces: ¿Hay un estilo o sale tan caro que uno se acostumbra a vivir en menos metros cuadrados? Si Messi se hizo la casa grande , ¿es que no se estila o que el resto de los ciudadanos no llega por los costos a adquirir una vivienda de ese tipo? El arquitecto asegura que tiene que ver con los costos, no con un estilo o lenguaje.
“La vivienda, como dice la Constitución nacional, es un derecho”, remarca y para los que tienen el beneficio de vivir bajo techo los metros cuadrados tienen un costo que se paga sea en alquiler o en la adquisición del inmueble.
El lenguaje actual en las construcciones rosarinas tiene como un factor esencial el costo. “Las constructoras piensan cómo resolver un proyecto pensando en el costo, no para que Messi se mude a ese lugar, sino para el ciudadano que reside, vive y cobra en Rosario. Y eso que no hay mejor rosarino que Messi, pero lo excluyen de esa vivienda”, comenta de modo paradójico con el ejemplo.
Leonel Messi figura en esta nota porque compró cuatro departamentos en un edificio de Puerto Norte. De los cuatro, hizo un solo piso exclusivo que utilizó por ejemplo en su despedida de soltero. Con una vista de 360º al río, con un living super amplio y otros detalles que lo hacen exclusivo. “La cantidad de metros cuadrados hoy es hablar de un estilo, de lenguaje”, sostiene Mercado.
También hay otros lenguajes y otros cambios que definen a las viviendas actuales. Uno de ellos es el recibidor: pocas construcciones lo siguen teniendo en cuenta. Uno abre la puerta de su casa y se encuentra con un living diáfano. Ya no está más el parador, aquel mueble que almacenaba platos, manteles. Es que tampoco se estilan las grandes reuniones en casa. Se va a un bar o se alquila el SUM (salón de usos múltiples).
Ya no hay un mueble para la pared, se optimiza el espacio con un soporte.
La cocina es una cocina integrada. Antes se diseñaba separada del living. “Ese es un concepto americano, un concepto integrado que funciona”, sostiene.
Eso en el interior, para la construcción en sí, Mercado dice: “Hay bueno ejemplos de materiales a utilizar como el cielo raso, el hormigón como muro, el poder ubicar muebles no como emergentes sino que sean parte de la construcción del edificio. En cuanto a la estandarización de las fachadas, tiene que ver más con una cuestión de utilización de materiales duraderos que de diseño. “Duraderos y de bajo mantenimiento”, explica y como ejemplo señala el aluminio, porque la tradicional chapa de hierro necesitaba de un pintor que lo mantenga cada tanto.
La utilización de vidrios dobles permite optimizar la temperatura y la sonorización, las viviendas interiores tiene aberturas, antes en los años ’70 cuenta Mercado que en los salones había una ventana. “Hoy armo un ventanal, no una ventana, eso es un lenguaje”, reitera.
“La casa del señor Pinasco o la casa de Casiano Casas, que es hoy el Colegio de Escribanos, eran casas chorizos, tenían otra espacialidad, hoy son unidades”, dice para indicar sobre el porqué de usos de vigas o las formas de iluminar de diferentes modos.
Es difícil en la actualidad acumular objetos, guardar recuerdos. La vivienda tiene que ser una foto, el departamento no admite desorden. Es un lenguaje. Volvemos con ejemplos: una cocina sin extractor, un baño sin ventanas, vidrios, acero inoxidable. Son los elementos que se utilizan y hablan de la modernidad.
“La arquitectura es rehén de determinados momentos de la sociedad”, concluye.