El diputado de Juntos por el Cambio por Santa Fe, Federico Angelini, se mostró crítico con la postura adoptada este domingo por el gobernador Omar Perotti, quien anunció la suspensión de las clases presenciales en los departamentos de Rosario y San Lorenzo. “Lamentablemente, en todo este tiempo de pandemia, el gobernador no ha comprendido que las escuelas deben ser lo último en cerrar, siempre”, deslizó. Y y anticipó que presentará un amaparo ante la justicia “porque si no lo hace el gobernador alguien tiene que defender a Santa Fe”.
El legislador macrista busca repetir en Santa Fe la disputa entre Nación y Caba donde el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, hizo una presentación ante la Justicia en contra de las suspensión de las clases presenciales que impuso en su momento el presidente Alberto Fernández.
El actual vicepresidente del PRO sostuvo: “Al gobernador le han faltado agallas para defender la educación de los santafesinos, cediendo a todo tipo de presiones, y ahora lo vuelve a demostrar con los rosarinos y sanlorencinos, comunicando nuevas medidas de una forma en la que le ha faltado el respeto a la población, porque no sólo realizó muy tarde el anuncio, generando mucha incertidumbre, sino que, además, no dio la cara ante los santafesinos”.
Por otra parte sostuvo: “Cerrar y prohibir ha sido el camino más fácil que ha encontrado el Gobierno en esta pandemia. Hemos tenido la cuarentena más larga del mundo y no se ha visto reflejado en resultados positivos en cuanto a contagios, muertes, crisis sanitaria y desplome económico. Entonces, lo que es claro es que ha faltado gestión por conseguir más vacunas y también planificación para prevenir de manera mucho más eficiente esta segunda ola, ya que desde octubre que no se suman camas críticas”.
El diputado se remontó a lo sucedido a mediados del año pasado y recordó: “Cuando ni siquiera había circulación comunitaria del virus en la provincia, fuimos los primeros en pedir un cronograma de apertura de escuelas porque veíamos que las consecuencias de que permanezcan cerradas serían muy graves. Pero, desafortunadamente, el gobernador prefirió seguir escuchando la campana de Nación antes que velar por el derecho a la educación de todos los niños”.
Además, remarcó: “El gobierno provincial no puede seguir omitiendo la deserción escolar que este tipo de medidas ha generado sobre todo a nivel secundario, así como también el aumento de la brecha educativa digital que se ha abierto entre quienes tienen la posibilidad de acceder a las herramientas virtuales para tener clases desde sus casas y quienes no. Son daños muy graves que afectan la enseñanza de nuestros niños, pero también, de acuerdo con Unicef, alteran su comportamiento y generan trastornos psicológicos en ellos”.
Por último, Angelini consideró que esta medida «también les crea un problema a los padres y madres de las familias, porque aunque las clases presenciales estén prohibidas, tienen que salir a trabajar de todas maneras y muchas veces no tienen con quién dejar a los niños.