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El maleficio de los hinchas de Newell’s a la hora de jugar de visitante

La Lepra no va a jugar el lunes con Independiente. El motivo es que Conmebol programó el partido del Rojo de Sudamericana para el martes, y el reglamento de AFA exige en descanso de 48 horas. Algunos dicen que hubo un llamado para que se adelante al martes.

El hincha leproso parece tener un maleficio a la hora de viajar. Pocas son las veces que Newell’s tiene el visto bueno para que sus hinchas lo acompañen, y cuando esto sucede, por alguna razón el partido se suspende. Sucedió hace casi un año cuando la Lepra iba a jugar con Estudiantes en cancha de Quilmes, se repite ahora en la previa al choque con Independiente.

Pero no se trata de algo esotérico, no es algo que se pueda revertir con ruda, un amuleto o un pedido religioso. La maldición leprosa pasa por formar parte del fútbol argentino, ese que hace dos años prometía un torneo primermundista con la creación de la Superliga, y hoy volvió a ser el show de la rosca, desprolijo como en épocas grondonistas. Avergonzante, pero real.

Newell’s no va a jugar el lunes con Independiente. El motivo es que Conmebol programó el partido del Rojo de Copa Sudamericana para el martes, y el reglamento de AFA, tantas veces vulnerado, exige en descanso de 48 horas. El primer dato era que Independiente jugaba el miércoles, algunos dicen que hubo un llamado para que se adelante al martes. Jugado por jugado, el Rojo prefirió postergar a Newell’s, vaya a saber para qué fecha. ¿Será cierto?

Sin importar si existió ese llamado de Hugo Moyano a su yerno Chiqui Tapia, la realidad es que el perjudicado es Newell’s. Por eso Frank Kudelka mostró sorpresa cuando se le consultó al mediodia sobre la posible suspensión. «¿Ustedes me lo dicen en serio? Prefiero tener la confirmación antes de decir algo que me arrepienta», deslizó el DT con lógico fastidio.

Esta vez la excusa de AFA-Superliga es culpar a Conmebol, y en tiempos de enfrentamiento con la entidad sudamericana parece una excelente salida para lavarse las manos. La otra oportunidad, en septiembre de 2018 con Estudiantes, la suspensión fue por amenaza de tormenta. Y resultaba tan poco creíble, que el sol que brilló sobre la cancha a la hora del partido lo ridiculizó aún más. En realidad, dejó en claro que la rosca está más viva que nunca.

El sistema es tan tirano, que a Newell’s le sacaron tres puntos por desprolijidades con los sueldos, y cuando tuvo que recurrir al TAS para recuperar dos, terminó agradeciendo el apoyo de Chiqui Tapia. Créase o no. Un rato después, San Lorenzo y Huracán hicieron un chiquero con los sueldos, pero la sanción de perdida de seis puntos quedó en suspenso porque se negoció un descenso menos.

El primer mundo está lejos. Ponerle al torneo Superliga no cambia vicios propios de nuestra idiosincrasia. Es tómelo o déjelo, y parece que no tomarlo puede ser fatal. Y el hincha paga las consecuencias.

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