El presidente de Francia, François Hollande, detalló ayer sus planes de ajuste económico para los próximos meses, en parte a través de un impuesto extraordinario sobre el 75 por ciento las rentas superiores al millón de euros. Además, habrá una subida de impuestos y se recortarán 10.000 millones de euros en educación, seguridad y justicia, con lo que aspira obtener 33.000 millones de euros.
El impuesto a las grandes rentas contribuirá al objetivo primordial de reducir el déficit al 3 por ciento, y que permanecerá en vigencia al menos dos años, indicó la agencia de noticias Europa Press.
El presidente puntualizó no obstante que “para las rentas más pequeñas dentro de este ámbito se pondrá en marcha un sistema de descuentos”.
En este contexto, hizo un llamamiento al “patriotismo” de las élites económicas y los empresarios para contribuir a revitalizar la economía del país.
El presidente indicó que su intención es obtener los aproximadamente 30.000 millones de euros necesarios en tres ámbitos: 10.000 millones a partir de recortes ministeriales; otros 10.000 de grandes empresas; y otros 10.000 a partir de las grandes fortunas.
“Una vez que la economía se haya recuperado, el impuesto podría ser eliminado”, aseguró Hollande, quien estimó que los primeros resultados visibles de la recuperación económica se verán en un plazo mínimo de dos años.
Hollande, además, revisó a la baja la previsión de crecimiento de la economía francesa para 2013 –de 1,2 por ciento a 0,8 por ciento– tras un año “estancado” que “apenas estará por encima del cero por ciento”, concluyó.
El gobierno francés se comprometió con la Unión Europea a llevar el déficit al 3 por ciento en 2013.
