A causa de un principio de incendio que se registró ayer al mediodía, el local de McDonald’s de Corrientes y avenida Pellegrini debió ser evacuado y requirió la asistencia de una dotación de Bomberos Zapadores, que acudió al lugar tras un llamado que ingresó a la central de emergencias. Si bien no hubo heridos, la humareda provocó el temor de empleados y clientes que al momento del hecho se encontraban en el negocio.
Fuentes policiales indicaron a El Ciudadano que alrededor de las 12.30 “entró un llamado al 100 de un trabajador del local alertando de que se había prendido fuego un tablero de electricidad” en el comercio.
En minutos, acudió una dotación de Bomberos Zapadores pero, de acuerdo a lo relatado por la fuente, cuando llegó el camión autobomba el incendio se había “autosofocado”, es decir, se había apagado sólo, sin necesidad de que intervinieran los efectivos.
Según explicaron los investigadores, el protocolo para los locales comerciales indica que, ante una situación como la que ocurrió ayer en el negocio de comidas rápidas, “aún habiéndose controlado el fuego, se debe llamar a la central de emergencias”.
La evacuación del lugar fue realizada por los mismos empleados de McDonald’s antes de que arribara la dotación de Zapadores, que sugirió a los responsables del negocio que no prendieran la luz hasta que las instalaciones fueran revisadas por inspectores. Minutos más tarde, llegó al local un camión de Bomberos Voluntarios, quienes no tuvieron necesidad de actuar ya que la situación estaba debidamente controlada.
Un lugar que es noticia
No es la primera vez que la sucursal de Pellegrini y Corrientes ocupa las páginas de los diarios: a mediados del año pasado, un automovilista perdió el control y se incrustó en el local, provocando la muerte de un hombre de unos 70 años y lesiones de consideración en otras tres personas.
En abril del año pasado otro hecho de gravedad sucedió en el mismo local de comidas rápidas cuando un policía con licencia médica discutió con otro comensal dentro del lugar y le pidió a un amigo que lo acompañaba que le alcanzara del auto su arma.
Una vez con la pistolaen su poder, el agente inició una balacera. De inmediato, el policía se fugó a bordo de un Peugeot 407, pero fue detenido horas después en la zona oeste y trasladado a la comisaría 2ª con jurisdicción en el lugar donde se había cometido el ataque.
El efectivo fue posteriormente imputado de tentativa de homicidio, y su acompañante como partícipe necesario de ese delito.