El Mercado de Frutos Culturales reabrió sus puertas este domingo con múltiples propuestas para toda la familia. El espacio que la cartera de Cultura tiene en uno de los galpones que conforman la Franja del Río, en la costa central de Rosario, fue visitado por más de 3 mil personas en su reapertura, que contó con espectáculos para toda la familia.
Personas recorriendo los distintos puestos, consultando precios, preguntando por tamaños, colores, probándose desde ropa a aros, haciendo cola para comprar algo para comer y beber. Muchos asombrados por la calidad de las propuestas, otros por el maravilloso lugar a orillas del río, turistas –muchos de ellos mate en mano– destacando la calidad del espacio público. Así puede resumirse algo de lo vivido en la reapertura del Mercado de Frutos Culturales.
“Somos de la zona sur, es la primera vez que venimos, todo lo que vimos es hermoso, hay cosas muy variadas, está todo muy lindo”, dijo Marcela, quien junto a su esposo y tres hijos recorrió el Mercado y luego se dispuso a ver los espectáculos que se ofrecían en la explanada.
“Vinimos de Córdoba a pasar el fin de semana. Este lugar es bellísimo, además hay mucha variedad de productos, de muy buena calidad. Los felicito”, señaló José María, en un alto de su recorrida por el Mercado, mientras su esposa e hija compraban aros en uno de los locales.
“Estábamos esperando la reapertura para comprar cosas que vimos a fin de año y no nos decidimos. Algunas las encontramos, pero otras ya las habían vendido. Eso nos pasa por indecisas, pero no importa, lo que nos llevamos nos encanta”, dijo Clara, una joven que estaba con otras tres chicas recorriendo puesto por puesto desde que abrieron las puertas.
Para toda la familia
“Es una alegría enorme poder compartir con las familias rosarinas la reapertura del Mercado de Frutos Culturales. Acá se pueden encontrar ofertas de productores rosarinos y de la región de lo más variado: del campo del diseño, del arte y también de la gastronomía”, sostuvo Leilén Bouchet, secretaria de Políticas Culturales de la cartera que conduce Jorge Llonch.
“Es importante que estos espacios se conviertan en lugares de encuentro para toda la familia, en torno a una actividad cultural. El Mercado estará abierto los sábados, domingos y feriados de 18.30 a 22.30. Los domingos se suma el ciclo Atardeceres en el río, que empieza temprano con una propuesta para toda la familia, con espectáculos para niños y luego con actividades más orientadas a jóvenes y adultos”, agregó la funcionaria.
“Desde el Ministerio de Cultura estamos convencidos del talento y la creatividad de nuestros artesanos y productores, por eso impulsarlos, visibilizarlos, vincularlos entre sí y darles nuevas oportunidades para abrirse cada vez a nuevos mercados significa un paso muy importante para ellos y también para toda la comunidad. Es importante desde el punto de vista del turismo y también desde lo productivo, ya que para muchos es una oferta y una salida laboral”, sostuvo Bouchet.
Música en la explanada
Cuando el reloj marcó las 19, la Compañía Circo Lumière comenzó el espectáculo “Ahí vamos”, con el que hicieron reír a chicos y grandes. Con su particular estilo y mezclas de danza, circo, música y actuación deleitaron a un público que siguió atentamente el show en el que no faltaron los gags fallidos (que fueron los que despertaron más risas, tanto de grandes como de chicos).
Poco antes de las 20 subieron al escenario montado en la explanada, con el río Paraná de fondo y barcos pasando como parte de la puesta en escena, el trío femenino de indietrónica Aguaviva.
El grupo cruza tecno y el house con el trip hop. Con beats electrónicos, sintetizadores, bajo eléctrico, voces y letras marcadas por un contenido poético-vocal, hicieron bailar a cientos de personas tanto en la explanada del Mercado como en su interior y también a muchos jóvenes que llegaron para ver al poderoso trío.
Poco antes de las 21, ya con la luna llena como parte del paisaje, quien subió al escenario fue la DJ Guardiana de la Bahía, quien a base de pop, cultura rave, girl power y la rebeldía de status quo, mezcló temas que deleitaron a un público que se siguió sumando para bailar y extender la salida del domingo.