El ex futbolista inglés Paul Gascoigne se somete a un peculiar y peligroso método para evitar una fuerte recaída en su lucha contra el alcoholismo: injiere pequeñas dosis de licor para evitar perder el control.
El pasado sábado, Gascoigne debió ser internado en la localidad inglesa de Hampshire luego de que se desplomó por la cantidad de alcohol que había bebido y sufrió un profundo corte en la mano con el cristal del vaso que estaba utilizando.
Luego de poner nuevamente su vida en riesgo, los dueños del hotel decidieron no venderle más botellas de bebidas alcohólicas, sino darle pequeñas dosis, controladas por la gerencia y con baja graduación. De esta manera, evitan que tenga una fuerte recaída durante su estadía en el complejo y que salga a beber a otros lugares.