Aunque se repita, siempre sorprende, siempre emociona. Para los más chicos del básquet y también para los grandes, el Encuentro Nacional de mini es un motivo de alegría, de interacción y de disfrute porque se trata de jugar pero también se hacer amigos, de aprender a compartir, a ser solidarios y a conocer otros lugares del país.
Y si el fin de semana es pura vorágine, el domingo por la mañana explota de color con la visita y el desfile de delegaciones en el Monumento Nacional a la Bandera. Podrá sonar repetido, quizás a alguien no le resulte motivo de noticia, pero para los que lo protagonizan es un recuerdo único, aunque lo vivan año tras año.
35 encuentro nacional de mini básquet Rosario felicitaciones a la familia del básquet Rosarino pic.twitter.com/q8LxYUgoRJ
— Adrian Ghiglione (@AdrianGhiglione) August 18, 2019