El ministro de Salud de Brasil, Luiz Mandetta, fustigó públicamente al presidente Jair Bolsonaro y afirmó que la población «está con dudas» sobre a quién escuchar a la hora de cumplir las medidas de protección frente a la pandemia de coronavirus.
«Espero que tengamos modelos de trabajo unificados. Porque lo que pasa es que el brasileño está con dudas: no se sabe si escuchar al ministro o al presidente», disparó Mandetta, en un nuevo capítulo de enfrentamiento con el presidente Bolsonaro a raíz de las visiones contrapuestas sobre la necesidad de implementar cuarentena y aislamientos social por la crisis sanitaria.
Las críticas de Mandetta fueron realizadas en el programa Fantástico, de la TV Globo, en medio de la tensión entre el ministro y el mandatario que también confrontó con gobernadores e intendentes que ordenaron medidas, aunque ninguno de ellos optó por hacer obligatorio el aislamiento.
Esta lunes, al salir del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia, Bolsonaro fue consultado sobre las declaraciones del ministro y respondió: «No miro la TV Globo«.
Mandetta, del partido conservador Demócrata, sumó así un nuevo choque con el presidente, que hace una semana estuvo a punto de echarlo de su cargo por las diferencias en el abordaje de la pandemia, motivo por el cual intervino el ala militar del gobierno, encabezada por el jefe de Gabinete, general Walter Braga Netto.
Este fin de semana miles de activistas bolsonaristas salieron a las calles en las principales ciudades para protestar contra las cuarentenas ordenadas por diferentes gobernadores.
En la entrevista con Globo, Mandetta, sin embargo, aclaró que en el gobierno «no hay nadie a favor o en contra de nada. Nuestro enemigo es el coronavirus, este es nuestro adversario, el enemigo, soy ministro por obra del presidente, que mira por el lado de la economía, pero en el Ministerio tenemos que ver la economía, la cultura, a educación y el equilibrio de la protección», sostuvo.
El ministro adelantó que para Brasil los peores meses serán mayo y junio, otra diferencia con Bolsonaro que este fin de semana, durante una teleconferencia con pastores evangelistas, dijo que la enfermedad «se está yendo, dejando al desempleo».
Este sábado Mandetta y Bolsonaro se mostraron juntos en la inauguración de la obra de inicio de la construcción de un hospital de campaña en el estado de Goiás, centro-oeste.
Allí, contra la recomendación del ministro, Bolsonaro rompió el protocolo y fue a abrazar a personas, tal como lo viene haciendo todos los fines de semana desde que en marzo los gobernadores comenzaron a restringir actividades y determinar cuarentenas.
Según la última información oficial, publicada este domingo, Brasil tiene 22.169 casos confirmados de infectados por coronavirus y 1.223 muertes.
San Pablo, epicentro del Covid-19 en el país, registró el 55% de aislamiento este sábado, en base a su sistema de inteligencia artificial realizado en acuerdo con las operadoras telefónicas, para determinar el movimiento de la población.
«El ideal es el 70% para no colapsar el sistema», dijo el infectólogo David Uip, responsable de la campaña contra el coronavirus en el estado de San Pablo.
Pese a las medidas, bolsonaristas marcharon este domingo contra la cuarentena y para pedir la renuncia del gobernador Joao Doria, un ultraliberal del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) que se eligió en alianza con Bolsonaro en 2018 y ahora se pasó a la oposición.