El gobierno de la provincia de Buenos Aires compró, por primera vez, 80 mil comprimidos de misoprostol al Laboratorio Industrial Farmacéutico Sociedad del Estado (LIF) de Santa Fe para garantizar la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Según informó el Ministerio de Salud bonaerense, fue una inversión de 15 millones de pesos.
El misoprostol es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un medicamento esencial para un aborto seguro y ambulatorio. El fármaco es producido por el LIF desde comienzos de 2018 y en septiembre de 2019 llegó por primera vez a los centros de salud y hospitales de la provincia de Santa Fe. En diciembre pasado, el ministro de Salud de Santa Fe, Carlos Parola, adelantó a El Ciudadano que la provincia buscaría proveer la droga a nivel nacional, junto con otros medicamentos que produce el LIF (ver aparte) y en enero realizó la propuesta formal en el marco del regreso del Plan Remediar.
Desde la cartera sanitaria de provincia de Buenos Aires, a cargo de Daniel Gollán, detallaron que se adquirieron 80 mil comprimidos a través de una inversión de 15 millones de pesos y que, por tratarse de un productor público de medicamentos, ese monto significa un ahorro de 18.343.400 pesos en comparación con el valor de mercado. «Es la primera vez que se realiza una compra planificada de esta magnitud para garantizar el derecho a la ILE en el sistema de salud provincial», expresó Gollán.
Buenos Aires adhirió a principio de este año al Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la ILE. Si bien hasta ahora la cartera sanitaria y los efectores de salud realizaban compras esporádicas de esta medicación, ahora el gobierno de Axel Kicillof hizo una compra planificada para que no falte este medicamento por los próximos seis meses.
Las autoridades de Salud bonaerenses informaron en el comunicado que al asumir la gestión no encontraron «datos estadísticos precisos ni confiables sobre la cantidad de interrupciones legales del embarazo en el sector público, ni antecedentes de compras recientes de misoprostol».
De acuerdo a la escasa información disponible, en el período 2014-2018 se registraron 79 muertes de mujeres como consecuencia de abortos en la provincia de Buenos Aires, dato que se encuentra subregistrado, es decir, que es muy inferior al número real. El 10 por ciento de esas muertes correspondió a niñas y adolescentes de entre 15 y 19 años, y el 80 por ciento de los decesos fue producto de prácticas clandestinas.
Ante la falta de información precisa y la ausencia de antecedentes de compras recientes de misoprostol, la adquisición actual se estimó a partir de diversas variables. Se tomaron en cuenta los egresos hospitalarios por aborto en hospitales públicos bonaerenses en 2018, las compras registradas en el Sistema Informático para Adquisición y Contrataciones Hospitalarias (Sipach) durante 2017 y 2018, el aumento de la demanda que se estima en función de la adhesión al Protocolo Nacional y la ampliación de servicios de atención de ILE, principalmente en el primer nivel de atención.
«En tanto no se sancione una nueva legislación al respecto, de acuerdo a lo establecido por el Código Penal en su artículo 86 incisos 1 y 2 el aborto es legal en Argentina toda vez que el embarazo ponga en riesgo la salud o la vida de la mujer, y en los casos en que sea producto de una violación», afirmó la cartera sanitaria.
Primera producción pública de distribución gratuita
La del Laboratorio Industrial Farmacéutico Sociedad del Estado (LIF) de Santa Fe es la primera producción pública de misoprostol de la Argentina y es de distribución gratuita, no para venta en farmacias. Abarca los formatos oral y vaginal. Fabricar los primeros dos lotes tuvo un costo de 73 pesos por comprimido, un 80 por ciento menos del valor de los productos comerciales de laboratorios privados. En septiembre de 2019 llegó por primera vez a centros de salud y hospitales de la provincia. En enero pasado, el laboratorio santafesino tenía producido un stock de 170.000 comprimidos, lo que superaba siete u ocho veces lo que consume anualmente la provincia.
Desde el anuncio de la fabricación, diferentes gobiernos provinciales se mostraron interesados en comprarle a Santa Fe. Buenos Aires es la primera en concretarlo. Hasta ahora, el resto de las provincias que garantiza Interrupción Legal del Embarazo (ILE) debe comprarlo a laboratorios privados.
En la Argentina el protocolo de ILE obliga a los Estados municipal, provincial y nacional a garantizar el acceso a los abortos que son legales por las causales de riesgo de salud y violación con los mejores métodos. El misoprostol aparece entre ellos. Aun así en gran parte de las provincias no hay acceso en la salud pública y las personas gestantes deben comprarlo en las farmacias. En Mendoza, por ejemplo, no está garantizado ese derecho: la venta en farmacias está prohibida.
Santa Fe es una de las provincias que en los últimos años garantizó el protocolo de ILE con provisión de misoprostol. Lo receta desde 2013 y lo distribuye de manera gratuita en hospitales y centros de salud. Rosario empezó a hacerlo un año antes, en 2012.
Las causales de aborto no punible se venían aplicando con un criterio de ampliación de derechos, entendiendo a la salud como física, psíquica, emocional y social, tal como sostienen en la OMS. En sus primeros días de gestión, Parola aseguró que continuará con la aplicación.
En la salud pública incorporar el misoprostol significó un descenso de 98 por ciento de las internaciones por complicaciones ligadas a abortos. Hasta 2012 las mujeres llegaban los hospitales con abortos incompletos y tenían un 80 por ciento de posibilidades de morir. Desde que recetan misoprostol en Rosario no hubo más muertes por abortos clandestinos. El medicamento bajó los riesgos, los costos de internación y llevó a la mortalidad cero.
Una droga para abortos seguros
El misoprostol es una es prostaglandina que no se acumula en el cuerpo ni afecta la fertilidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró un medicamento esencial para hacer un aborto seguro y ambulatorio hasta la semana 12 de embarazo. Tomar 12 pastillas en tres dosis genera contracciones en el útero provocando una interrupción de la gestación. La efectividad es del 90 por ciento. En gran parte de los países donde el aborto es legal es utilizado en combinación con otra droga: la mifepristona. Juntos alcanzan un 99 por ciento de efectividad.
Entre los métodos para abortar, el misoprostol es considerado uno de los más seguros porque permite hacer la práctica de manera ambulatoria. Significa que no es necesaria la internación y que la persona gestante puede elegir el momento y el lugar sin pasar por un quirófano como pasa con el raspaje, un método que requiere anestesia total y que la OMS recomienda no usar desde 2002, aunque en la Argentina muchos médicos y médicas aún lo usan. El otro método seguro es la Aspiración Manual Endouterina (Ameu), que tampoco necesita internación y se hace con anestesia local.