Podrían haber sido cinco, pero son tres las ilusiones de la Rosarina en el Torneo Federal. Y por cierto que es bastante y alcanza para revolucionar el ambiente del básquet de entrecasa en meses especiales, marcados por la nula actividad y por las ganas de disfrutar de la pasión del deporte en la ciudad y zona. Gimnasia, Náutico y Timbúes saldrán a la cancha durante este fin de semana en el debut de una competencia que es el ingreso al mundo de la Liga y una opción superadora para las estructuras locales que buscan proyección.
La tercera categoría nacional llega renovada, tras un sinfín de idas y vueltas en cuanto a cantidad de equipos, protocolos, formatos y necesidades, lo que de alguna forma influyó en que algunos elencos que tenían su lugar asegurado se bajen y otros que se habían anotado tampoco participen. Algo de cada cosa ocurrió con Atalaya y Sportsmen.
Pero para muchos otros fue el camino de ingreso, aprovechar la chance reglamentaria de saltar la etapa regional y darle un salto de calidad a su proyecto. Ahí se anotan los mencionados Gimnasia, Timbúes y Náutico.
En esta ocasión el certamen contará con 69 elencos divididos en ocho regiones. La fase regular se disputará en formato todos contra todos hasta el comienzo de los playoffs previsto para el 11 de junio y al que accederán los mejores cuatro de los grupos. La novedad para esta edición es la incorporación de los equipos de Liga de Desarrollo de nueve clubes que disputan la Liga Nacional.
Los elencos de la Rosarina están en la División Centro, que se abrirá este viernes con el Bell de Agustín Pujol ante 9 de Julio de Morteros, Sport Cañadense con Independiente de Oliva y Sportivo Suardi frente a 9 de Julio de Río Tercero.
El sábado a las 20 será el turno para Gimnasia ante Timbúes en una más que interesante propuesta entre dos elencos que sumaron apellidos interesantes. Y el domingo a las 20 chocarán Náutico contra los pibes de Libertad de Sunchales, el elenco de Liga de Desarrollo en otro choque que luce realmente entretenido en la previa. Y con gente en los estadios, pocos (la habilitación es reducida) pero no deja de ser un detalle importante.
Náutico mantuvo la base muy joven que disputa la Superliga y que lo hizo bien en la Copa Santa Fe, pero Gustavo Móndolo tuvo que reemplazar algunas bajas y apostó a jugadores con experiencia en la categoría a pesar de su juventud, como Ramiro Iglesias, Juan Pablo Stegmayer y Alejandro Ettorre para reforzar a un grupo bien armado, con muchos chicos y liderado por gente del club como Ale Marinelli. Nico Marcucci, Fabrizo Giorgio, Luciano Pansarasa, Tomás Móndolo y José María Huguet son algunos de ellos, a los que se suman Franco D’Angelo, Nicolás Giraudo y Matías Derevianyj como mayores.
Por su parte, Gustavo Roig en Timbúes se aseguró a Nahuel Ledesma y a Alexis Knecht de la temporada anterior y renovó bastante con las llegadas de Matías Stival, Andrés Meinero, Álvaro Chervo, Francisco Zuccali, Álvaro Roig y el último en llegar, Sebastián Bianchi.
Matías Lucero, Francisco Lamas, Branco y Mirco Montenegro, Imanol Tempesta, Franco Secchi, Santiago Palladino y Rodrigo Dadamo son los otros jóvenes del equipo.
La idea es hacer un buen papel y empezar a proyectar arriba y abajo en un equipo de básquet que pasó del ascenso rosarino a la tercera categoría nacional en apenas un puñado de años.
En tanto que Gimnasia aceleró el proceso planeado al aparecer esta chance de ingresar al Federal. En coincidencia con el arribo de Mariano Junco el club vio la oportunidad de generar un espejo para los jóvenes del club y se entusiasmó en la idea. Se apostó a jugadores de nombre como Maxi Yanson, Franco Borsellino, Julián Fernández, Agustín Chiana y ahora Pablo Mécoli, sumado a las llegadas de Octavio Parizzia, Gregorio Traglia y Augusto Capra, al retorno de Juan Pablo Evangelista, Iñaki Sáenz y Gastón Fredes. Y la rotación se hace más larga con otros jóvenes interesantes como Santiago o Juan Amin Chaya más chicos del club.
El salto inicial del certamen será este viernes y la acción en Rosario se iniciará el sábado. Ilusión sobra, ganas también al igual que entusiasmo de poder volver a las canchas. Ya llegó el momento de dar el salto de calidad.
