Este martes por la mañana el municipio llevó adelante un censo en la toma de Magaldi y Benteveo. Luego de meses de conflicto y de pedido de una respuesta por parte de vecinos que tenían una orden de desalojo, avanzaron en una instancia de relevamiento en el marco de la mesa de diálogo que protagonizan el Estado y quienes viven en el territorio.
El resultado expuso que hay 130 familias integradas por más de 180 menores que están habitando el lugar. Desde un principio este grupo de personas manifestó su voluntad de construir un espacio para poder vivir en lo que era un basural. Con el tiempo pusieron el espacio en condiciones hasta instalarse, pero al poco tiempo recibieron el reclamo de una persona que reclamó el terreno.
«Llevamos más de 6 meses de pelea por tener nuestra vivienda, nuestro pedazo de tierra para vivir, y por trabajo. Por eso exigimos al gobierno de Javkin y al gobierno de Perotti que este censo sea un paso adelante en la mesa de diálogo con las autoridades y que atiendan a las demandas de los sectores más golpeados por la crisis», manifestaron los vecinos a través de un comunicado.
Durante el relevamiento hubo familias que viven en la toma, junto con abogados del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, Norberto Olivares de Casa de la Memoria, Sandro Minnuci y organizaciones sindicales y sociales como COAD. También estuvo la Asociación Anahí, Secretaría de Género de Humanidades y Artes, delegados docentes de Amsafe y de salud.
En el escrito agregaron: «Peleamos por lotes y vivienda, con títulos, queremos que urgentemente respondan a nuestro derecho de tierra y vivienda y que se comprometan en los hechos con lo que anunciaron en palabras haces meses atrás. Es un derecho que tienen que resolver de manera urgente, no pueden permitir que llegue la segunda ola de pandemia y el frío y que nosotras sigamos en las mismas condiciones».
En el marco de la llegada de la segunda ola, los vecinos adelantaron que quieren poner de pie un gran comedor para asistir al conjunto de los vecinos y al conjunto de las familias que viven en este barrio. Para eso solicitaron al Estado que garantice los materiales para construirlo además de los alimentos.
«Recuperamos un basural porque no podemos pagar un alquiler ni tenemos ingresos para pagar las cuotas que ahora después de meses de negociación nos intentan imponer. Somos trabajadores informales, desocupadas, amas de casa, somos la mayoría mujeres, desocupadas, madres solteras, que hemos perdido hasta el IFE, el único ingreso que teníamos. En la toma no tenemos agua, ni servicios de ningún tipo. La peleamos desde hace meses, con la solidaridad que recibimos de organizaciones y de derechos humanos», finalizó el comunicado de las familias que habitan el terreno de Magaldi y Benteveo.
