Berlín conmemorará el próximo sábado el cincuentenario de la construcción del muro que escindió la ciudad alemana en dos partes antagónicas durante casi tres décadas, separando familias y amigos para convertirse en el símbolo de la división de Europa durantela Guerra Fría.
Un fotógrafo lograría inmortalizar la célebre escena de Frieda Schulze, una anciana de 77 años, saltando de la ventana de su departamento, en la primera planta del número 29 de la calle Bernauerstrasse para pasar a Berlín occidental. Finalmente lo consiguió con ayuda de los bomberos del enclave capitalista, que tendieron una manta a sus pies para amortiguar la caída.
La escena tuvo lugar el 25 de septiembre de 1961. Un mes y doce días antes, el 13 de agosto, el régimen comunista dela Alemaniadel Este había empezado a erigir un paredón de cemento bajo las ventanas de la anciana. Es el Muro de Berlín.
El próximo sábado, centenares de personalidades, entre ellas la canciller Angela Merkel, se reunirán en la calle de Frieda Schulze para conmemorar el quincuagésimo aniversario de la construcción de lo que para los berlineses sería “el muro de la vergüenza”.
La noche del sábado 12 al domingo 13 de agosto de 1961, el presidente del Consejo de Estado dela República DemocráticaAlemana (RDA), Walter Ulbricht, dio la orden de lanzar la “operación Rosa”. Más de diez mil soldados del régimen comunista fueron encargados de construir “un muro de protección antifascista” para separar la parte oriental de la ciudad del oeste capitalista.
Las autoridades dela Alemaniacomunista, apoyadas por Moscú, querían poner fin al éxodo de habitantes dela RDAhacia las zonas ocupadas por los aliados, impidiéndoles huir a través del enclave capitalista que constituye Berlín occidental. En agosto de 1961, más de 2,5 millones de personas habían abandonadola RDA, que contaba entonces con 19 millones de habitantes.
El 13 de ese mes, los soldados bloquearon las calles y líneas de tren situadas alrededor de Berlín occidental. Los metros y trenes suburbanos recibieron de pronto la orden de detenerse. Los berlineses descubrieron al despertar alambres de púas, vallas y un muro de cemento que asomaba en sus calles.
“Desde la una de la madrugada, los soldados cavaron un foso de medio metro de profundidad y de ancho”, contó el corresponsal de la radio nacional que se encontraba ese día enla Puertade Brandeburgo, en pleno centro de la capital.
El alcalde de Berlín, el futuro canciller de Alemania occidental Willy Brandt, denunció con vehemencia la decisión comunista.
“Bajo la mirada de la comunidad mundial de los pueblos, Berlín acusa a los separadores de la ciudad (…) de crimen contra el derecho internacional y contra la humanidad”, dijo Brandt el mismo 13 de agosto.
El muro, de una altura de3,6 metrosy dotado de 302 miradores, acabaría extendiéndose a lo largo de155 kilómetros, 43 de los cuales dividieron en dos la capital alemana.
Entre 1961 y 1989, más de cien mil personas intentaron huir dela RDAatravesando la frontera entre las dos Alemanias o el Muro de Berlín. Más de cinco mil lograron llegar a Berlín occidental, pero al menos 136 personas murieron al pie del muro.
El muro caería veintiocho años, dos meses y veintisiete días más tarde, al hundirse el bloque soviético. El 9 de noviembre de 1989, los berlineses volvieron a reunirse como se separaron el 13 de agosto de 1961: con lágrimas en los ojos.